Por Julio César Hernández

Dos mil 720 fojas, con dos copias certificadas de cada una de ellas, fue la documentación que acompañó a la solicitud de iniciar juicio de procedencia en contra del presidente municipal de Tonalá, Jorge Vizcarra Mayorga, que la Procuraduría de Justicia entregó al Congreso del Estado ayer al medio día.

Con esto, los diputados se darán a la tarea de iniciar el procedimiento para retirarle el fuero a Vizcarra Mayorga, para que de esta manera pueda quedar a disposición de las autoridades judiciales y responda por las imputaciones que existen en su contra por homicidio, delincuencia organizada y abuso de autoridad.

Lo anterior, en torno al asesinato de su compadre Carlos Romo Guízar.

Todo esto, sin duda, significa un severo golpe en contra del Partido Acción Nacional, pues a diferencia de otros escándalos que han enfrentado a partir de 1995 cuando arribó al poder por vez primera en Jalisco, hoy hay de por medio un asesinato en el que presuntamente están involucrados un presidente municipal surgido de sus filas y nada menos que el dirigente municipal del partido, que a su vez hacía las veces de secretario general de la comuna.

El dirigente estatal del PAN, Eduardo Rosales Castellanos, aseguró el fin de semana que el caso de Ricardo Sigala era vergonzoso, pero que se trataba de un militante más. Sin embargo, no puede ser un militante más cuando se habla del presidente del Comité Municipal del partido en un municipio metropolitano.

Por lo tanto, no es un simple militante más.

En el caso de Jorge Vizcarra, él ha reiterado una y otra vez que es inocente de cualquier responsabilidad en todo el escándalo surgido en el municipio que aun gobierna, pero hay acusaciones o señalamientos en su contra que deberá de atender, de ahí la importancia de que la Procuraduría de Justicia haya dado el paso de solicitar se le retire el fuero constitucional.

Eso, por supuesto, no lo hace culpable de nada, pero ante la acusación de una probable responsabilidad por homicidio, delincuencia organizada y abuso de autoridad, tendrá la oportunidad de defenderse, demostrar su posible inocencia y, de ser esto último, retomar nuevamente la presidencia municipal.

Llama la atención la serenidad con que públicamente se ha manejado Jorge Vizcarra ante este caso. Él niega responsabilidad en la muerte de su compadre y asegura que cuando demuestre su inocencia en este caso, los otros dos caerán por su propio peso.

“Yo no me voy a esconder ni a la prensa ni a los ciudadanos ni a nadie, porque no tengo nada de qué avergonzarme. Nunca hemos hecho alguna situación que pueda empañar ni la imagen de mi familia ni la del municipio ni la de su servidor”, dijo el alcalde tonalteca.

Hay quienes aseguran que este caso no es sino un capítulo más del pleito interno entre los dos principales grupos en el PAN: los paquistas y los emilistas.