Por Hugo Luna

 

La jornada inédita que vivieron los mercados financieros en el mundo; es considerado el lunes negro mismo que genero incertidumbre para rescatar el sistema financiero estadounidense. La Cámara de Representantes luego de haber rechazado el paquete de salvamento bancario y financiero presentado por George W. Bush, y cabildeado por su secretario del Tesoro, Henry Paulson, así como por el presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke. Resulta curioso que trataron de impedir un lunes negro y fue precisamente lo sucedido: la caída de los mercados.

EU está viviendo su propio Fobaproa a la Bush. Con descontentos y desencuentros de legisladores, en donde saben que el contribuyente deberá pagar los platos rotos de la borrachera crediticia en el sector hipotecario. Son 700 mil millones de dólares los solicitados por Bush. Pero los congresistas no quieren dar un cheque en blanco ni a Bush ni a Paulson.

Vayamos al grano de no aprobarse el rescate financiero, la cartera “reventada” se vuelve cartera vencida, y los bancos y casas de bolsa dejan de pagar. El quiebre del sistema de pago afectaría la economía productiva. El riesgo es elevadísimo de no aprobarse el plan de rescate. Se rompería el sistema de pagos en la principal economía del mundo. Los bancos no pagarían sus deudas y los usuarios tendrían problemas.

Por si fuera poco este problema se presenta frente a una economía estadounidense débil y fracturada, donde Bush irresponsablemente la ha dejado con el déficit fiscal más elevado y dependiendo de la entrada de inversión extranjera, la cual sólo llegará con confianza, y además con un déficit comercial donde las exportaciones van cayendo.

En terrenos locales nuestra economía ya resiente los estragos de una crisis que puede complicarse; hoy vemos como el ramo industrial de las exportaciones lucha contra la paridad del peso contra el dólar y por consecuencia no reportará buenas cuentas. También en la agroindustria las cosas no andan bien, han disminuido las exportaciones y a ello hay que sumarle las barreras fitosanitarias que han impuesto los gringos al jitomate, chile jalapeño y lechugas.