Por Hugo Luna
La dirigente nacional del PRI, Beatriz Paredes se muestra confiada en que las elecciones legislativas del 5 de julio las ganará su partido.
Su expectativa de triunfo radica en sus propuestas económicas un término denominado “Nueva Vía Mexicana para el Desarrollo”, que, de acuerdo a sus propias palabras, no es otra cosa sino el rescate de la rectoría económica a manos del Estado, tal como lo consigna nuestra Constitución.
No podía ser de otro modo. Paredes Rangel asegura que la bancada priísta será la primera mayoría. Y anuncia que propondrán un cambio de rumbo económico.
La necesidad de una reforma social, la salud de la finanzas públicas debido a la caída sistemática en la producción de crudo. La aplicación de una reforma fiscal que, tiene que abordarse desde una perspectiva en la que Hacienda aumente su capacidad recaudatoria.
El PRI tiene al grupo de economistas mejor calificado de los tres partidos en esta disputa electoral. Por su parte, el PAN no ha logrado articular una plataforma económica porque enfrenta una encrucijada: si acepta lo descomunal de la crisis tendría que pronunciarse sobre las acciones de Calderón. Pero si no la acepta se desdibuja su propuesta, pues todo en esta materia está hoy dominado por la crisis.
Pero lo que sí es cierto es que al equipo del Presidente le falta un grupo de individuos expertos en temas económicos que, como la señora presidenta Paredes dijo, no sólo reciban las “estrellitas en la frente”. Se requiere gente, que hoy tendría que estar en Detroit convenciendo a las armadoras de autos de que cualquiera que sea el resultado de sus reestructuras, terminen produciendo más autos y partes en México.
¿Acaso envía el mensaje de que la bancada del PRI respaldaría las reformas estructurales que tantos dicen son indispensables?
