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Alfonso Javier Márquez

El resultado obtenido por Acción Nacional en este proceso electoral tiene nombres y apellidos: Abraham González Uyeda, Eduardo Rosales Castellanos, Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez.

A partir de esta semana inició una recomposición de fuerzas al interior del PAN en Jalisco consecuencia del resultado de la elección.

Acción Nacional tuvo la campaña más desafortunada de los últimos quince años producto de tres factores que no consideraron quienes rigen el destino del partido y cayeron en errores de primer grado de primaria.

El primer factor, es el hartazgo natural a nivel nacional, mas acentuado en Jalisco por el Partido Acción Nacional y su estilo de gobierno, soberbio alejado de la sociedad y manejado sólo para sus amigos.

El segundo factor, no menos importante en el caso de Jalisco, son las acciones desatinadas del gobernador Emilio González Márquez que tuvo tres años de escándalos iniciando por las canchas de squash en Casa Jalisco, el macro donativo, los parientes en la nómina y –lo que mas pesó-  la mentada de madre a los jaliscienses.

Influyó también la presencia de Francisco Ramírez Acuña un personaje altamente impopular en Jalisco y que en esta ocasión encabezó el equipo político que contendió por las posiciones que se disputaron en la contienda; no obstante Ramírez Acuña ganó su distrito aunque con la diferencia mas corta que jamás se haya registrado en ese distrito desde que inició la alternancia.

El tercer factor fue el error que cometió el coordinador de campañas de la Zona Metropolitana de Guadalajara (cargo que por cierto lo inventaron para meterlo como con calzador para hacerse cargo de la guerra sucia del PAN) en el manejo del discurso y las estrategias de las contiendas de los candidatos metropolitanos.

No consideraron que Abraham González Uyeda nunca ha ganado nada. Ni todo su dinero lo pudo convertir en presidente municipal de Tonalá cuando lo intentó. Vergonzosamente perdió la elección contra un pésimo candidato del PRI: Palemón García Real y tres años mas tarde, cuando logró que lo metieran en una lista de diputados plurinominales en el sitio número dos –casi seguro- su partido no alcanzó el porcentaje y quedó fuera del congreso.

El autor intelectual y material de la guerra sucia de Jalisco es Abraham González Uyeda. En su afán por controlar a los medios de comunicación intimidó reporteros y directores de noticias para que magnificaran la basura que le arrojaba a proceso y minimizaran las respuestas del PRI lo que le generó un pésimo ambiente en el medio a él y a su partido político.

González Uyeda subestimó la inteligencia de los electores al pretender colocar en su estado de ánimo la idea de que Aristóteles Sandoval estaba implicado con el narcotráfico, una estrategia copiada, mal copiada de las elecciones de hace tres y seis años cuando acusaron lo mismo a Jorge Arana y Arturo Zamora y después les pidieron perdón. No le funcionó desde el principio pero la soberbia no lo dejó enterarse a tiempo para cambiar el rumbo de las campañas lo que irremediablemente los llevó a la derrota y en gran parte por su culpa. A ver con qué cara pide ahora coordinar a la bancada del PAN en el Congreso del Estado desde donde pretende construir su candidatura a gobernador.