Por Julio César Hernández
No fueron pocos los panistas que extrañaron la
ausencia del gobernador Emilio González Márquez en la
asamblea municipal del PAN en Guadalajara, donde fue
derrotado el candidato de su grupo, Alejandro Madrigal
Díaz, por el equipo contrario.
Se asegura que González Márquez ya tenía conocimiento
de que la tendencia les era desfavorable y que
prefirió no correr el riesgo de ser testigo del
triunfo de Manuel Romo Parra, a quien siempre
consideró un buen candidato, pero apoyado por un muy
mal equipo, refiriéndose al que encabeza Eduardo
Rosales Castellanos y que responde al secretario de
Gobernación, Francisco Ramírez Acuña.
No pasó desparcibido tampoco que, aun y cuando le
correspondía sufragar en esta asamblea tapatía, el
Gobernador no se registró ni siquiera como delegado el
martes pasado, último día para hacerlo.
Así, aunque la corriente que encabeza se impuso en la
elección de Zapopan, donde llevaron a la dirigencia
del partido al diputado Bernardo Guzmán, hoy la
derrota en Guadalajara les es más dolorosa, pues
perdieron nada menos que el comité más importante de
la entidad.
Por cierto que el diputado Jorge Salinas Osornio
señaló que el triunfo de Manuel Romo Parra -un panista
surgido del grupo de Fernando Garza Martínez-,
significó el fortalecimiento del liderazgo del ex
gobernador Ramírez Acuña.

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