Julio César Hernández
¿Usted se hubiera imaginado alguna vez que el gobernador Emilio González Márquez le hubiese solicitado una cita al ex presidente Carlos Salinas de Gortari?
¿Usted se hubiera imaginado alguna vez que el ex Presidente de la República le abriera las puertas de su residencia a un Mandatario estatal panista?
¿Usted se hubiera imaginado alguna vez que González Márquez hubiese solicitado la intervención del ex Mandatario federal para obtener recursos a fin de concluir una obra pública?
Bueno, pues aseguran que todo eso sucedió hace algunas semanas atrás: González Márquez solicitó ser recibido por el ex Presidente de la República, y Salinas de Gortari aceptó hacerlo en su propia residencia allá en el Distrito Federal. Pero, ¿para qué?
Lo que trascendió fue que González Márquez le solicitó su intervención para obtener de la Cámara de Diputados los recusos necesarios para concluir el tramo de la ruta Lagos de Moreno-San Luis Potosí -que se construye desde hace diez años, pero que por litigios fue suspendida en 2003 y se reactivó apenas en abril pasado-, aprovechando el interés que Salinas de Gortari tiene por Lagos de Moreno.
Este tramo sería parte de la ruta para unir a dos importantes puertos del país: el de Tampico, Tamaulipas, y el de Manzanillo, Colima.
Coincidentemente, por cierto, un diario local publicó el domingo pasado una nota en su primera plana sobre los trabajos que se efectúan y los recursos necesarios para concluir esta obra que tendrá ahora un costo de poco más de 500 millones de pesos y que llevaría un avance de poco menos del 50%.
¡Ah! ¿Qué le respondió el ex presidente Salinas de Gortari al Gobernador de Jalisco? Eso no trascendió, pero todo hace suponer que no le dijo que no.