Por Hugo Luna
La zona metropolitana de Guadalajara esta compuesta por una mayoría de emprendedores por naturaleza o por necesidad, con negocios propios; pequeños talleres de mantenimiento de computadoras, tiendas de abarrotes, puestos de tacos y tortas ahogadas.
Estos son algunos ejemplos de cómo han desarrollado ese instinto emprendedor mal orientado, donde a cualquier problema se le encuentra solución con una destreza que cualquier empresa trasnacional quisiera tener en sus filas.
El problema es cómo orientar esta inercia hacia escenarios constructivos  y enriquecedores para las comunidades.
La educación es un factor muy importante para llevar esta habilidad por el camino adecuado, la recomendación es que las escuelas, desde secundaria y preparatoria tengan un buen porcentaje de maestros emprendedores.
Nuestro sistema educativo está cometiendo un grave error, en las universidades. Cada vez hay menos maestros con experiencia empresarial. Se buscan profesores con maestría, doctorados, pero con poca experiencia empresarial.
Para los directivos del Babson College, de Boston (la universidad más exitosa en formar empresarios), explican que el factor de éxito de sus egresados radica en el perfil de los maestros que elige. Entre el 85 y 90 por ciento son empresarios exitosos.
Hay que entender que el futuro depende de los pequeños negocios, de dar empleo a la mayor cantidad de personas, no es posible esperar a que las empresas den trabajo a todos, urge crear fuentes de empleo para asegurar un futuro económico prometedor.
El emprendurismo debe ser una apuesta de largo plazo por parte de las autoridades municipales. En Zapopan concluyeron su Feria Estatal de Cooperativas recientemente. Tlaquepaque se prepara para celebrar su Exposición de Emprendedores del 25 al 26 del presente.
Conscientes del movimiento a favor de los emprendedores y que hay dos necesidades básicas: el desempleo y la importancia de la actitud de espíritu empresarial.