Por Julio César Hernández

Si bien al cierre de las casillas, las encuestas de salida no pudieron arrojar a un claro vencedor en las elecciones locales en Yucatán, donde estaba en juego la gubernatura, las diputaciones y las alcaldías, el hecho de que el PRI haya recuperado terreno en una entidad con gran significado para el PAN, ya es meritorio.

Y parte de ese mérito no se le puede regatear al senador jalisciense Ramiro Hernández García, quien fue llamado por el CEN del PRI a entrar como delegado emergente ante el fracaso de Manuel Cavazos Lerma, quien de Jalisco fue enviado a Yucatán a cumplir con la misma encomienda.

Pero si aquí el ex gobernador de Tamaulipas fue un fiasco, en Yucatán estaba destinado a tener el mismo final, por lo que la dirigencia nacional del PRI rectificó a tiempo y lo sustituyó por el ex precandidato a la gubernatura.

Resulta paradójico que Hernández García logre el triunfo en cancha ajena cuando no pudo sacar la victoria en la propia. Pero así es la política. Y en política, no siempre se es profeta en su propia tierra.

Por supuesto que, de confirmarse la victoria de la priísta Ivonne Ortega, varios serán los factores que hayan aportado al triunfo, pero parte del mérito deberá de llevarse quien fungió como delegado del CEN.

Y más lo tendrá si para el triunfo fue capaz de impulsar la unidad del priísmo yucateco y no la división, como lo hiciera en Jalisco Cavazos Lerma.

Como senador, Ramiro Hernández ha venido cosechando triunfos que, sin duda alguna, le servirán en su momento cuando de rendir cuentas se trate. Pero aun le falta mucho camino por recorrer con miras a los comicios locales del 2012, donde si nada falla será uno de los protagonistas principales en la lucha otra vez por la gubernatura, aunque hay quienes apuestan que buscará hacer una escala en las elecciones del 2009.

Sea como sea, y dado de que aun falta tiempo para cualquiera de los dos próximos procesos electorales, por lo pronto el PRI le habrá de colocar una “estrellita” en la frente a su delegado Hernández García.

Y aquí en Jalisco, no deben de perder de vista a su actual Senador, por aquellos de que “a lo mejor es…”.