Gilberto Pérez Castillo

Autoridades de los tres niveles de gobierno (federal, estatal y municipal) deben atender con suma atención lo que sucede en el conflicto que enfrenta a dos grupos de vecinos en Ciudad Bugambilias.

La mañana del pasado viernes 25 de julio dos bombas incendiarias, de las conocidas como Molotov, fueron lanzadas a las casas de dos de las principales opositoras del Consejo Directivo de la Asociación de Colonos de este fraccionamiento.

El motivo de las diferencias tiene que ver con la oposición de un nutrido grupo de vecinos de Ciudad Bugambilias a la deforestación que se está realizando en el bosque con fines de explotación inmobiliaria.

Los inconformes acusan al Consejo Directivo de beneficiarse con la autorización de dicha deforestación para la construcción de nuevos fraccionamientos, no obstante que las zona de cañadas donde se está talando es considerada como zona de recarga del bosque de La Primavera.

A partir de esta inconformidad se ha consituído un grupo importante de vecinos que intenta frenar esta deforestación, entre los que se encuentran las señoras Gladys Martínez y Rosario Bretón, a cuyos domicilios fueron lanzadas las bombas incendiarias el pasado viernes.

Cuatro meses atrás la señora Bretón había sido víctima del incendio provocado de una camioneta de su propiedad.

Ante la gravedad de los sucesos las autoridades municipales, estatales y federales deben actuar, aún sin esperar a ser llamadas, antes de que esté conflicto llegue a niveles mayores de confrontación.