cesar-nava-vazquezJulio César Hernández
La visita de César Nava Vázquez a Guadalajara para pedirle a los 26 consejeros nacionales que le otorguen su voto y apoyo para lograr la dirigencia nacional del PAN, será prácticamente “un día de campo”.
Se asegura que los 26 consejeros jaliscienses están de acuerdo en que Nava sea el sucesor de Germán Martínez Cázares, y quizás lo incómodo para el futuro presidencia nacional del PAN será la rebatinga entre “paquistas” y “emilistas por demostrar qué corriente está más cercana de él.
Quizás con ello, ambos grupos pretendan enviar la señal equivocada de que César Nava, llegando a la dirigencia, se definirá a favor de uno de ellos en el conflicto que sostienen y que, por un lado, aconsejará a Eduardo Rosales que deje la dirigencia y, por el otro, que obligará a los otros a levantar el “plantón” que mantienen en las afueras de la sede estatal panista.
Pero ni una cosa ni otra sucederá sólo porque César Nava sea más cercano a un grupo o a otro, pues en principio será el Comité Ejecutivo Nacional en pleno quien determine qué hacer en este caso, luego de que ya con dirigente nuevo, reciba el informe que le entregue la Comisión Especial que envió días atrás a Jalisco.
Así, pues, César Nava se “dejará querer”, pero no caerá en la trampa de lanzar señales equivocadas a favor de uno u otro grupo.