Julio César Hernández
Parece que si algo les sobra a los priistas de El Salto es dinero… ¡hasta para pelearse a través de desplegados periodísticos!
Es en serio. Los priistas saltenses andan “agarrados del chongo” por la forma en que habrá de elegirse a su nuevo dirigente municipal, haciendo creer que la decisión fue muy democrática, como si no supiéramos que en estos procesos todo es cuestión de “línea”.
Bueno, pues resulta que ayer, en un desplegado periodístico que nadie firma y sólo aparece las siglas “I.P.” (inserción pagada), se da cuenta de la reunión que celebró el Consejo Político Municipal de El Salto a la que asistieron 132 consejeros y en la que el dirigente municipal, Felipe Contreras Valle, destacó “la unidad del Partido, la fuerza del trabajo y las neuvas generaciones de priistas que se han sumado convencidas de que es la mejor opción política que hay”.
Dicho desplegado subraya que el delegado del comité estatal, Héctor Manuel Corral Arreola, mencionó ” la lealtad que han mostrado los priistas”.
En el penúltimo párrafo, se informa que durante esta sesión del CPM se escogió “por unanimidad de los 132 consejeros por el método de eleccón mediante el voto del Consejo Político Municipal, esta será la forma de elegir la fórmula de Presidente y Secretario General de partido”.
Sin embargo hoy, también a través de un desplegado periodístico, el presidente del Frente Juvenil Revolucionario en El Salto, regidor Israel Orozco Montes, desmintió a su dirigente Contreras Valle. Y dice:
“Muestro mi total rechazo al método de elección para la renovación de dirigentes (…), en virtuid de contar con un Consejo Político amañado, plagado de familiares y amigos del diputado federal Joel González Díaz y su hermano el presidente municipal Gerardo Díaz. Por estos motivos -advierte- haré un llamado respetuoso a la Dirigencia Estatal del PRI, para tomar decisiones en pro de la unidad del priismo en El Salto”.
¿Ya ven como se las “gasta” el priismo en El Salto? Si de pelear se trata, simplemente abren la cartera o la chequera y… ¡asunto resuelto!