cardenal-conduciendo-trenJulio César Hernández
Durante la tradicional reunión de fin de año con los reporteros de la fuente, realizada el miércoles pasado, el cardenal Juan Sandoval Iñiguez reiteró su oposición a que el Macrobús -en su línea dos- circule por la avenida Alcalde y pase exactamente frente a la catedral Metropolitana. Reitera su desconfianza y su temor porque el inmueble sea dañado por el paso de la unidad.
Dijo que mientras los técnicos no adviertan lo contrario, él seguirá oponiéndose, amén de que se requiere de una carta-compromiso firmada por los promotores del Macrobús -¿se referirá al gobernador Emilio González, al coordinador Herbert Taylor o al director del Siteur, Diego Monraz?-, que para que luego, las próximas generaciones, no digan que no defendió un edificio como la Catedral.
Bueno, pues al día siguiente el gobernador Emilio González Márquez convocó a una rueda de prensa para anunciar que el gobierno federal había destinado ya 952 millones de pesos a fondo perdido para el proyecto integral de movilidad en la zona metropolitana y que, por lo tanto, dichos recursos se destinarían para la construcción de la Línea Dos del Macrobús.
Como si se tratara de una competencia, 24 horas después, o sea el viernes, el cardenal Juan Sandoval Iñiguez alabó el sistema de Tren Ligero y dijo que el tapatío era mucho mejor que el de otras partes del mundo, como el de Roma, que es el que más ha utilizado. el Cardenal ofició una misa con motivo del vigésimo aniversario de este medio de transporte.
Este intercambio de opiniones en torno al Macrobús -defendido por el gobierno emilista- y al Tren Ligero -resaltado por el cardenal Sandoval-, ¿fue mera coincidencia o se trató de un juego de fuerzas en torno a tan polémicos medios de transporte?
Y es que el cardenal Juan Sandoval advierte que por parte del gobierno estatal no hay intenciones de modificar el trazo de la ruta del Macrobús y que insiste en que pase por frente a Catedral.
Quién se iba a imaginar que alguna vez atestiguaríamos un enfrentamiento de opiniones entre el Cardenal de Guadalajara y el Gobernador de Jalisco. Nunca nos imaginamos que el Arzobispo tapatío pudiera criticar una acción del gobierno panista y que el Mandatario estatal pretendiera hacerle “manita de puerco” al Cardenal para que apoye su proyecto de movilidad.
Y esperemos lo que venga el próximo año, ¿eh?