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Julio César Hernández
Aunque contradice la postura de su partido que le exije al PRI que reconozca su derrota en Sonora, Guillermo Martínez Mora hace bien en recurrir a todas las instancias legales que existen para impugnar una elección, aun y cuando en las dos anteriores los dictámenes le fueron desfavorables, incluida una reducción de votos y una suma más a favor de su adversario Héctor Vielma Ordoñez, en aquellos del “voto por voto, casilla por casilla”.
Sin embargo, todo hace indicar que el ex dirigente de la Coparmex en la entidad ha tomado una decisión: Todo o nada.
Esto es, que si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TRIFE) resuelve a su favor -aunque él le apuesta a que anule la pasada elección y se convoque a otra, sin asegurar que él ahora sí gana- y gana la elección en la mesa, entonces le apuesta a tomar posesión de la presidencia municipal de Zapopan el próximo uno de enero de 2010.
Ah, pero si el dictamen viene en sentido contrario y nuevamente le es desfavorable, entonces sólo asistirá el primer día del año próximo a cumplir con el trámite de rendir protesta como regidor para luego solicitar licencia y dejar los dos años nueve meses a su suplente. Al menos eso aseguran algunas voces panistas cercanas al ex candidato.
Y algo de eso dejó entrever el propio Martínez Mora el día de ayer, cuando a algunos medios les confesó que de acuerdo al sentido de la resolución del TRIFE evaluaría si se queda o no como regidor. La apuesta es que no lo hará, por supuesto.
Pero, por lo pronto, todo es cuestión de esperar qué definen los magistrados electorales del Tribunal federal.