Julio César Hernández
Integrante de un tradicional grupo político dentro del PRI -el que comanda el dirigente obrero Alfredo Barba Hernández-, Miguel Castro Reynoso da muestras, al mismo tiempo, de saber lo que es la política moderna y cómo actuar en ella.
En una entrevista que publica hoy la edición Jalisco del diario La Jornada, CastroReynoso reitera algunos puntos que ha declarado anteriormente, como aquello de que no vive de la politica y que ésta no es la ruta de ingresos económicos para sostener a su familia.
Pero con otras declaraciones demuestra su experiencia en la política, pese a su juventud y los pocos años de haberse involucrado en ella. Por ejemplo, el “torear” la pregunta sobre sus aspiraciones políticas rumbo al 2012, cuando hay quienes lo hacen un fuerte contendiente para quien es señalado como el candidato natural, el alcalde Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, en la carrera por la candidatura priista al gobierno estatal.
Castro Reynoso ataja:
“Yo no lo disputo espacios de poder a nadie. Yo no estoy obsesionado con lo que puede pasar con la persona de Miguel Castro en el 2012”, dijo. Sin embargo, su actuación por segunda ocasión al frente del Ayuntamiento de Tlaquepaque lo coloca en una importante posición en el tablero político jalisciense que inclusive, según se ha dicho, ha llamado la atención en algunos círculos del priismo nacional.
Miguel Castro muestra, además, que no se “acelera” en la  toma de decisiones y que sabe que todo llega a su tiempo, aunque no siempre sea lo que se quiere, como fue el caso de esta su segunda llegada a la alcaldía, cuando su aspiración era convertirse en legislador.
Él claramente señala:
“El política, tres meses es visión a largo plazo, así que la fotografía de ayer hoy no sirve, y el que yo prepare un escenario para la fotografía de pasado mañana puede ser diametralmente opuesto a lo que yo, en este momento, con mis condiciones, pueda estar construyendo. Está muy lejos eso”.
Lo anterior es cierto, pero estar en la vitrina pública de la política jalisciense provoca que Miguel Castro sea un protagonista a tomar en cuenta para el 2012. Sin duda, aunque no lo diga públicamente, él tiene una aspiración política, pero las circunstancias podrían colocarlo en una posición distinta.
Al tiempo.