Julio César Hernández
Estaban a punto de sonar las 13 horas cuando el último orador de la megamarcha universitaria, el rector Marco Antonio Cortés Guardado, expresó:
“¡Nuestra lucha es justa y legítima (…)! (A quienes hoy detentan el Poder Ejecutivo de Jalisco) esperemos que la contundencia de esta movilización les abra los ojos  y ellos cumplan con sus obligaciones para con la Universidad de Guadalajara. Si no sucede así, ¡se los recordaremos otra vez, con el clamor de esta comunidad valerosa…!”.
Señaló que no obstante los logros de la UdeG y el ser una de las instituciones más transparentes del país, para el Gobierno de Jalisco “todo esto carece de valor y le paga no sólo negándole un presupuesto digno sino convirtiéndola en objeto de una campaña ruín y deplorable de desprestigio, ofensas y calumnias”.
Aseguró que mientras la Universidad ha aportado argumentos, análisis documentados y disposición al diálogo. “El Gobierno de Jalisco ha respondido con una cerrazón inaudita, con encono y con desmesura (…). El entendimiento y la inteligencia brillan por su ausencia en el ámbito del Ejecutivo estatal…”.
En esta megamarcha participaron los alcaldes de Guadalajara, Tlaquepaque y Tonalá, Aristóteles Sandoval, Miguel Castro y Antonio Mateos, así como los dirigentes estatales del PRI, Rafael González Pimienta; el PRD, Antonio magallanes; y del Verde Ecologista, Enrique Aubry.
En cuanto al número de asistentes, un comunicado del Sindicato de Trabajadores Académicos lo estimó en 80 mil personas; el dirigente de la Federación de Estudiantes Universitarios, César Barba, en 90 mil, en tanto que la Policía de Guadalajara y Protección Civil, registraron la cifra de 60 mil manifestantes.