Por Julio César Hernández

Sin duda alguna que el gran ganador en los comicios internos para elegir a los dirigentes del PAN en Guadalajara y Zapopan fue el director del Siapa, Rodolfo Ocampo Velázquez.

Y es que en esa extraña forma que tienen los panistas de hacer alianzas, el también aspirante a la candidatura a la alcaldía tapatía en 2009, supo acordar con el grupo de Eduardo Rosales Castellanos su apoyo para Manuel Romo Parra, en tanto que con la corriente identificada con Emilio González Márquez se comprometió a apoyar a Bernardo Guzmán.

O sea que en Zapopan, Rodolfo Ocampo se alió con los emilistas en contra de los rosalistas, en tanto que en Guadalajara se alió a los rosalistas para ir en contra de los emilistas.

Así de prácticos son los panistas, así se entienden y así juegan. Todo de acuerdo a donde sopla el aire. Así nada más.

Aquí lo destacado es que Ocampo Velázquez supo “oler” con tiempo quiénes traían la ventaja o, simplemente, el “volado” le salió con éxito. Y fue así que fue de los que le levantaron la mano a Bernardo Guzmán en Zapopan y a Manuel Romo en Guadalajara.

Rodolfo Ocampo Velázquez está en la lista de aspirantes a suceder a Alfonso Petersen Farah, junto con el diputado y coordinador de la bancada panista en el Congreso, Jorge Salinas Osornio; el coordinador de la bancada jalisciense del PAN en la Cámara de Diputados, Raúl Alejandro Padilla Orozco; el ex dirigente panista en Guadalajara y actual secretario general en el Congreso, Alfredo Argüelles Basave; y el mismo dirigente estatal, Eduardo Rosales Castellanos.

No sabemos si el grupo de Ocampo –los ex garcistas- fue el factor que determinó le triunfo de Guzmán en Zapopan y Romo en Guadalajara, pero sin duda que fue importante para que ambos candidatos alcanzaran la victoria sobre sus adversarios, José Antonio de la Torre y Alejandro Madrigal Díaz.

El tino que tuvo para jugar con los dos ganadores lo colocan en una buena posición al interior de Acción Nacional, que tendría que refrendarse en marzo próximo cuando estén en juego los espacios para el Consejo Estatal blanquiazul.

Ya hemos dicho que al PAN no puede leérsele como se leía al PRI. La lógica tricolor no es la lógica blanquiazul, aunque hay cosas, pocas, que tienen alguna similitud, principalmente cuando están en el poder.

Bueno, pues mucho tendrá que ver para sus aspiraciones, hacia qué lado jugará Ocampo con miras al Consejo Estatal. Habrá que conocer si para este juego hará alianza con alguno de los dos grupos o preferirá irse “por la libre”, considerando que esta ruta lo deja con mayor libertad y es a la que le puede sacar mayores dividendos.

Pero faltará saber si como titular del Siapa no se desgasta al grado de perder la ventaja que hoy lleva, pues eso de aumentar tarifas o “cortar” el servicio de agua, podría traer sus consecuencias políticas