Julio César Hernández
“Ya los quiero ver…”, les dijo ayer el alcalde Alfonso Petersen Farah a los ediles priistas que se opusieron a la contratación del crédito de “hasta” mil millones de pesos para la construcción dela Villa Panamericana en el Parque Morelos.
Más tarde, ya por la noche, el presidente municipal electo, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, emitió un comunicado de prensa en el que se dice respetuoso de la administración municipal hoy vigente, que es a la que le corresponde atender en estos momentos todo lo que tiene que ver con la organización de esta justa deportiva, pero al mismo tiempo respaldaba la posición de sus compañeros regidores.
No hay que olvidar que actualmente los tiempos del calendario panamericano corren para el gobierno de Petersen Farah, que es además el presidente del Comité Organizador, y que en lo que resta de su gestión deberá de dar cumplimiento a lo que le ha marcado la ODEPA para el buen desarrollo en la organización de los Juegos.
Ya lo que venga después, a partir del uno de enero, por supuesto que será responsabilidad de la nueva administración, aunque de aquí a entonces muchas cosas pueden suceder y otras tantas conocer que hoy se ignoran.
Por ejemplo, ¿qué han dialogado exactamente Mario Vázquez Raña y Aristóteles Sandoval? ¿Por qué hasta el momento el dirigente olímpico no ha dicho “esta boca es mía” cuando los Panamericanos se efectuarán en su país? ¿Habrá alguna razón por la que hasta el momento se ha mantenido ajeno al conflicto? ¿Se involucrará más cuando la capital tapatía tenga un gobierno priista, partido con el que está más que identificado? ¿Será entonces que entrará al rescate o moverá sus influencias para que la organización de los Juegos se efectúe sin contratiempos?
En medio de este conflicto en el Cabildo tapatío hay muchas cosas que la ciudadanía ignora y que quizás conozcamos o empecemos a saber a partir del próximo año.
Mientras tanto, de aquí a diciembre, la responsabilidad está en manos de la administración municipal panista.
