Alfonso Javier Márquez

Ni como ayudarle al gobernador Emilio González Márquez. Quienes deberían ayudarle en esa intención -que persiguen él y sus allegados de convertirlo en “presidenciable”- parecen sus peores enemigos.

Si fue ocurrencia de alguien en su equipo lo del donativo de 90 millones para el Santuario de los Mártires, ese acomedido ya debería estar de patitas en la calle. Si la ocurrencia fue del propio gobernador, entonces los hombres del círculo rojo en su equipo de estrategia deberían limitar seriamente las acciones y declaraciones de su gobernador que los ha llevado a varias crisis; en particular dos, la del canje de placas, y ésta, que han afectado la gobernabilidad de esta administración y han mermado seriamente su popularidad.

Nadie creyó una sola palabra de lo declarado por el secretario general de gobierno a mitad de semana en el sentido de que el gobernador no estaba preocupado ni por las denuncias en su contra ante la Comisión Estatal de los Derechos Humanos, ni por la pésima opinión pública generada a raíz del anuncio del donativo. Los hechos dejaban claro que si: el gobernador no tuvo agenda pública durante dos días en los que –dicen los que saben- estuvieron preparando la salida de este embrollo o por lo menos intentando dar respuestas mas coherentes a los medios de comunicación luego de haber cambiado la nota durante varios días respecto al origen del dinero, al sustento legal para entregarlo y a la postura del gobierno de Jalisco frente a la iglesia católica.

Por cierto, si lo que planearon para salir del embrollo fue hacer otros donativos, como el que si hizo para el centro de transplantes el jueves, que también pongan de patitas en la calle a ese ocurrente que no le ayudó en nada. O tal vez sea el mismo.

El tema lejos de disminuir cada día que pasa parece crecer más. En el ánimo de los ciudadanos parece no fenecer la intención de que el gobernador reciba una sanción por lo que hizo y hace con el dinero de los jaliscienses.

Una posible salida sería dar marcha atrás con el donativo. Se han entregado 30 millones de pesos y falta otro cheque por 60 mil pesos. Si esta fuera una decisión que tomen, en verdad quisiera saber cómo le va a decir el gobernador al cardenal Juan Sandoval Iñiguez que le devuelva el dinero y que además no le va a entregar lo demás que quedó ni lo de este año, ni los otros 90 millones que había prometido para 2009.

Veo mas factible que ocurra al revés: que el Comité pro Construcción del Santuario le pidan al mandatario que reciba la devolución pues el asunto deja cada día en peor posición a la iglesia católica que no tenía culpa y solo recibió un donativo que ni siquiera resuelve sus problemas para construir el santuario. Es mas probable que se preocupe mas la Iglesia por su imagen que el equipo del gobernador encuentre la salida a esta crisis. Además se trata de un asunto en el que el gobernador Emilio González tiene convicción que debe mantenerse pues es un fiel católico fundamentalista cuya sangre de los ancestros cristeros difícilmente le permitirán se echarse para atrás con el apoyo para construir ese santuario.