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Julio César Hernández
¿Cómo es que dos de los principales colaboradores del Ejecutivo estatal y de mucho peso en la estructura del gobierno, hacen declaraciones que posteriormente son desmentidas por aquel?
Sucede que el secretario general de gobierno, Fernando Guzmán Pérez Peláez, primero, y el secretario de Finanzas, José Luis de Alba González, después, alarmaron a la población con el “coco” de la posibilidad de crear nuevos impuestos estatales para poder cubrir, a partir del 2012, el “hueco” que dejará la desaparición del impuesto federal por tenencia vehicular, que se estima alrededor de mil 600 pesos anuales.
El más dramático en sus declaraciones fue De Alba González, el encargado de manejar las finanzas estatales, quien en entrevista con el diario “Público”, declaró que, incluso, Jalisco perderá también un mil 399 millones de pesos por concepto de impuesto a gasolina, rubro que también desaparecerá la Federación, por lo que sumada esta cantidad a lo que dejará de recibirse por tenencia, el monto total al año será de 3 mil millones de pesos.
Y prácticamente “apanicado”, planteó:
“¿Cómo le vamos a hacer, señores, con tres mil millones menos? ¿Cuántas ecsuelas vamos a cerrar? ¿Cuántos médicos vamos a despedir? (…). Vamos a tener que reducir o cancelar programas sociales y, cuando llegue el momento que no se tenga la tenencia, cancelar prácticamente la obra, cancelar programas sociales o, inclusive, otras acciones…”.
Ante la similitud de las declaraciones de Guzmán Pérez Peláez y De Alba González, pareciera que ambos se pusieron de acuerdo para “asustar” a los jaliscienses sin abordar este tema antes con el Mandatario estatal, pues éste no tardó mucho en salir a los medios a tranquilizar las aguas que sus muchachos agitaron por iniciativa propia.
González Márquez desmintió a sus secretarios general de Gobierno y de Finanzas, y aseguró que el gobierno estatal no quiere impuestos adicionales, sino que “lo que queremos es que el gobierno gaste mejor el dinero que tiene”.
¿Cómo es que Fernando Guzmán y José Luis de Alba dicen una cosa y Emilio González los contradice en un tema tan delicado como son los recursos públicos y la probable creación de nuevos impuestos?
¿Hay o no hay diálogo entre el Gobernador y sus colaboradores? ¿Están o no los integrantes del gabinete estatal en sintonía con el titular del Ejecutivo? ¿O es que se vale que cada quien diga sus ocurrencias, pues a final de cuentas su jefe les enmendará la plana?
¿O será que con esto se comprueba lo que se dice en los corrillos del Palacio de Gobierno y de Casa Jalisco, en el sentido de que las reuniones de gabinete son más de “chacoteo” que de establecer estrategias y discutir proyectos para sacar adelante a la entidad?
¡Usted adivine…!