Por Gilberto Pérez Castillo

Si un Auditor Superior hiciera bien su trabajo, lo más lógico sería que fuera una persona no grata para los políticos a los que debe auditar y castigar cuando hacen mal uso de los recursos públicos.

El trabajo de un Auditor de cuentas públicas no es para hacer amigos ni para generar afectos entre los sujetos a sus revisiones.

Por eso extraña mucho que el Gobernador Emilio González Márquez se deshaga en elogios hacia el actual titular de la Auditoría Superior del Estado de Jalisco, Alonso Godoy Pelayo, al grado de proponerlo para que se mantenga en el cargo hasta el 2012, luego de que la ley respectiva sea modificada.

El Auditor Alonso Godoy les ha tolerado demasiados excesos a los Diputados de ésta y la anterior Legislaturas con el fin de sostenerse en el cargo.

Por eso uno no deja de preguntarse ¿cuáles son las verdaderas causas por las que el Gobernador Emilio González Márquez se desvive ahora en elogios a quien es el encargado de revisar sus cuentas de cuando fue Alcalde de Guadalajara y de las de ahora que es Gobernador?