Por Julio César Hernández
A una hora de que se inicie la segunda “pasarela” de los aspirantes a la alcaldía tapatía, Eugenio Ruiz Orozco y Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, aun están a tiempo de que, al mismo tiempo, sea la última y dejen de simular que hay democracia en el PRI.
Y es que, ¿quién se cree eso de que este “proceso para elegir candidatos” -según reza el convenio firmado por los dos aspirantes-, tiene como objetivos “contribuir al fortalecimiento de la cultura democrática”; “fortalecer la democracia interna del Partido”; “lograr la mayor representatividad de los candidatos”…? cuando hasta el propio Eugenio y Jorge saben que la que decidirá quién será el candidato es Beatriz Paredes Rangel?
¿Para que continuar con esta charlotada a la que asisten quienes supuestamente van a elegir al candidato, pero que en realidad ni “vela tendrán en el entierro”, además de que ya se sabe con quién están cada uno de los invitados?
Ayer la “pasarela” era ante representantes populares, entre ellos cuatro aspirantes a una diputación federal -Clara Gómez, Trinidad Padilla, Salvador Caro y Ana Estela Durán-, pero en total acudieron sólo 24 invitados. Y de este número todos ya estaban identificados a quién apoyaban.
¡Ah! Pero el delegado del Comité Estatal en Guadalajara, Javier Galván, argumentó que el objetivo de esta “pasarela” era precisamente “enfriar” a los candidatos a diputados federales de Guadalajara que ya andaban acelerados apoyando a uno u otro aspirante tapatío.
En fin. Creemos que es más serio que Eugenio Ruiz Orozco y Jorge Aristóteles Sandoval no se presten a este “chacoteo” y esperen a que se haga oficial la decisión de Paredes Rangel, que se asegura será a favor de Sandoval Díaz.
Digo, esta bien que ahora sí el PRI tiene dinero para gastar, pero mejor que lo destinen a otra cosa y no a organizar un “circo” en donde ni siquiera hay diversión.