Gilberto Pérez Castillo
Tonalá es una zona de desastre electoral para el PAN jalisciense.
Luego de los escándalos en los que se ha visto inmerso el PAN en ese municipio durante los últimos años, el perdón de los ciudadanos parece aún muy lejano y las diferentes encuestas que se han levantado entre el electorado tonalteca señalan que los panistas navegarán muy a contracorriente aquí.
Como partido, el PAN pasa por su más baja calificación en Tonalá, donde al día de hoy las preferencia electorales señalan como ganador de las preferencias de los ciudadanos al PRI, muy lejos del blanquiazul.
En lo individual, el PAN no tiene personajes que puedan emocionar a los tonaltecas, pues todos los que se mencionan como posibles aspirantes a la Alcaldía -incluídos los exalcaldes y el diputado Abraham González Uyeda- quedan muy por debajo de los priistas mencionados.
Además, la administración de Antonio Mateos -que pasó el 2010 con una pésima comunicación social- empieza a mejorar sus estrategias de comunicación y a repuntar en la aceptación de los tonaltecas, lo que será un factor más que podría dificultar un repunte panista.
En tal condición, Tonalá podría convertirse en un municipio abandonado a la mano de Dios por las dirigencias panistas, ante las dificultades que enfrenta al día de hoy una recuperación.
Y aunque siempre hay un apuntado que busque la candidatura -hasta por el interés de convertirse en regidor de oposición- lo cierto es que se antoja difícil que un personaje panista de buena estatura política acabe interesado en ser el candidato del PAN a Presidente Municipal de Tonalá.