Julio César Hernández
Mientras que el caso del “Habana Club” sigue en medio de la polémica y el escándalo, el consejero Víctor Hugo Bernal Hernández, uno de los acompañantes del aspirante a la gubernatura Enrique Alfaro Ramírez, apela a que la ciudadanía crea en su palabra, aunque no ha dado la cara para responder los cuestionamientos sobre este tema.
En un comunicado dado a conocer ayer, Bernal Hernández, tras aclarar que asume la responsabilidad de sus actos, asegura que “el viaje realizado por un servidor de ninguna manera compromete mi actuación imparcial, objetiva y profesional como Consejero Electoral”.
Y luego “mete las manos al fuego” por su compñaero de viaje y presidente del Instituto, Tomás Figueroa, de quien asegura:
“Reafirmo mi convicción de que no se pone en entredicho la credibilidad y la confiabilidad del Instituto Electoral, y de manera particular la probidad y seriedad del presidente del Instituto, José Tomás Figueroa Padilla, a quien le expreso mi solidaridad personal y mi compromiso institucional”. 
Y no obstante que su viaje a Cuba, acompañando a un aspirante a la gubernatura, puso en riesgo la credibilidad ciudadana en el Instituto Electoral, Bernal Hernández reconoce que para enfrentar con éxito el reto que representa la preparación, organización y desarrollo del proceso electoral del 2012, serán “condiciones indispensables la fortaleza y la credibilidad del árbitro electoral”.
La pregunta que queda es: ¿El viaje a Cuba acompañando a un aspirante a la Gubernatura no quebró la confianza ciudadana en los dos consejeros viajantes?