Sentado junto a sus colegas priistas de Guadalajara, Zapopan y Tonalá, el presidente municipal de Tlajomulco, Ismael del Toro, escuchó atento al gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz decir lo siguiente:
“Los logros con una visión metropolitana serán más sencillos que con visiones aisladas… En este servicio pareciera que los días son muy largos pero los años son muy cortos, y que esto se va muy rápido. No hay como llegar a acuerdos y a soluciones que nos exige y nos plantea la sociedad, dejar la etapa del conformismo y la visión electorera o la visión partidaria ante la visión general que exige la ciudadanía…”.
Más adelante, fue enfático cuando recomendó “gobernar sin sesgos partidistas…”.
Esto sucedió el miércoles en el patio central del Centro Cultural El Refugio, de la Villa Alfarera, donde el presidente municipal Alfredo Barba Mariscal rindió su segundo informe de gobierno enmedio de un enfrentamiento entre el Gobierno del Estado  y el Ayuntamiento de Tlajomulco por las causas de la muerte de más de cien toneladas de peces, conocidos como “popochas”, en la laguna de Cajititlán.
Sabido por todos es que este ecocidio ha generado una disputa entre el alcalde Ismael del Toro y funcionarios del gobierno estatal, particularmente con la secretaria de Medio Ambiente, Magdalena Ruiz, que generó un desgaste en ambos ante un caso en la que se han repartido culpas a diestra y siniestra.
Pero en este asunto de las “popochas”, curiosamente ha sido el edil de Tlajomulco quien ha insistido en que el Gobierno del Estado ha politizado el tema para “golpear” al gobierno naranja, cuando en otras ocasiones y en diversos casos han sido los funcionarios del Partido Movimiento Ciudadano quienes no desaprovechan esa oportunidad para partidizarlos y sacarle una ventaja electoral.
A diferencia de otros ex priistas hoy integrantes del Partido Movimiento Ciudadano, Ismael del Toro es mesurado en sus declaraciones, no acude al enfrentamiento fácil, no se crispa a la primera provocación, pero sabe arremeter con contundencia verbal en contra de sus adversarios.
Sin embargo, en esta ocasión, tuvo que escuchar en el sillerío la recomendación que daba el Mandatario estatal desde el podium de El Refugio: Dejar la visión electorera o la visión partidaria ante la visión general que exige la ciudadanía… gobernar sin sesgos partidistas.
Curiosamente, no fueron pocos los que recordaron aquello de que “al buen entendedor, pocas palabras”, y dirigieron su mirada hacia el alcalde de Tlajomulco mientras escuchaban al Mandatario priista dar su recomendación.