El alcalde de Tlaquepaque, Alfredo Barba Mariscal, anuncia que ese municipio contará el próximo año con un sistema de bicicleta pública que les permita a sus habitantes y visitantes hacer desplazamientos cortos en este medio de transporte.
Sistemas de bicicleta pública existen ya en muchas ciudades del mundo, y en todos los casos han dado muy buenos resultados.
Barcelona, Buenos Aires, Chicago y la Ciudad de México se cuentan entre las que se atrevieron a facilitar que las personas que tienen que hacer trayectos cortos al trabajo, la escuela, las compras o simplemente a la recreación tuvieran en la bicicleta una alternativa al automóvil, pero también a la motocicleta, al autobús o al metro, trasladando a este medio de transporte limpio, silencioso y sano una gran parte de los viajes-hombre que todos los días se hacen en las grandes ciudades.
El sistema en todas las ciudades es muy parecido: el gobierno -ya sea directa o indirectamente- monta un sistema de estaciones automatizadas donde se ubican las bicicletas públicas, mismas que son liberadas de sus candados a través de tarjetas de prepago que los usuarios solicitan y a la que abonan pagos mensuales o anuales para poder disponer de las bicis para moverse por la ciudad.
El usuario, una vez liberada la bicicleta, tiene un tiempo máximo de uso, antes del cual debe regresarla a otra estación para que otro usuario la pueda usar.
Los responsables del servicio de bicicleta publica deben tener la logística adecuada para que ninguna estación se quede sin bicis o para que éstas no se excedan en un punto. Asimismo son los responsables del mantenimiento de las bicis para que siempre estén en condiciones de prestar un buen servicio, y no un dolor de cabeza, a sus usuarios.
Aquí no va a funcionar
Siempre que se ha pensado introducir en una ciudad un sistema de bicicleta pública, éste ha despertado dudas y hasta rechazo de sectores que sienten que “aquí eso no va a funcionar”.
Sin embargo, en todas las ciudades donde ya existe un sistema de bici pública su éxito ha sido inmediato y su demanda ha rebasado las expectativas.
Comparada con ciudades donde ya está funcionando un sistema parecido, la zona metropolitana de Guadalajara es una candidata ideal para tener un amplio sistema de bici pública.
El clima lo permite, la orografía y el tipo de calles también. Adelanto: no es indispensable un sistema de ciclovías para que los ciclistas puedan circular con seguridad (la mayor parte de las ciudades que ya cuentan con un sistema similar no necesariamente tienen carriles exclusivos para la bici).
Pero no solamente la ciudad tienen condiciones propicias para contar con un sistema así, sino que el alto costo del transporte público urbano convertiría a la bici pública en un alternativa barata de transporte para muchas familias.
Bajarse del coche
Los sistemas de metro, tren eléctrico o tranvía ayudan a bajar a la gente del automóvil para subirla al transporte público, disminuyendo el tráfico y la contaminación de las ciudades.
También sirve para bajar a la gente del coche un sistema de autobuses cómodo, confiable y seguro.
Pero faltarán un buen número de años para que esta ciudad construya una verdadera red de transporte público eficiente.
Mientras tanto, un sistema de bicicleta pública es un paso rápidamente alcanzable y más barato para bajar a muchos del coche o del camión y para subirlos a la bici. Así ha sucedido en las ciudades donde ya se ha implementado.
Bien por Tlaquepaque. Ojalá que el resto de los gobiernos metropolitanos se sumen a esta iniciativa pronto y este sistema se implemente en toda la ciudad.