Con una enorme deuda que “ahoga” las arcas municipales, con empleados que viven en la incertidumbre por no saber si cobrarán la próxima quincena y su aguinaldo y con un despilfarro de dinero en promocionar su evento de hoy, Antonio Mateos Nuño rendirá dentro de poco menos de una hora su segundo informe de gobierno.
El descontento en Tonalá se reflejará en una manifestación que se anuncia se registrará a las afueras de la sede del Palacio Municipal en demanda de que se les paguen los adeudos y se les asegure que recibirán sus pagos puntualmente.
Pero como ha sido característico de muchos de nuestros políticos y gobernantes, Mateos Nuño fue mal aconsejado por sus asesores en comunicación para que gaste los pocos recursos que tiene en grandes desplegados periodísticos de plana entera, como lo hicieran sus homólogos Jorge Aristóteles Sandoval y Héctor Vielma.
Y es que le han vendido la idea de que si quiere ser candidato a la diputación federal, tiene que promoverse gastando cientos de miles de pesos en promover y organizar una ceremonia de informe de gobierno que hoy demandaba la más estricta austeridad, pues mientras sus empleados no saben si se les pagará o no, Mateos Nuño no se “tocó el corazón” en despilfarrar los pesos.
Lo pero que puede hacer Antonio Mateos después de gastar en promoción el dinero que no tiene, es pretender abandonar el gobierno para ir en busca de una nueva candidatura, esta vez a San Lázaro, al tiempo de que su síndico, Oswaldo Bañuelos, y otros colaboradores más piensan también abandonar el barco -emulando el ejemplo de su capitán-, dejando al Ayuntamiento sumido en una enorme deuda que asciende a los 1 mil 300 millones de pesos.
Ojalá y la reflexión llegue a las autoridades tonaltecas y todos sus funcionarios se mantengan en sus cargos hasta el final del trienio, para entregar de la mejor manera un gobierno que se ha sumado a los peores que ha tenido Tonalá, pues hasta el momento lo que todo mundo se pregunta es: ¿Y dónde está el dinero que se adeuda?