Julio César Hernández
“A los ciudadanos no les importa los viajes que haga… te contesto sólo porque me preguntaste”, dijo anteayer el consejero presidente del Instituto Electoral del Estado, Tomás Figueroa Padilla, a nuestro compañero Samuel Echeverría, reportero de 1070 Radio Noticias, cuando lo interrogó sobre su viaje a Cuba, acompañando al alcalde Enrique Alfaro Ramírez.
Más noche, cuando el escándalo creció ante la postura asumida por el PRD por dicho viaje, Figueroa Padilla emitió un boletín de prensa en el destaca el siguiente párrafo:
“El viaje realizado a la Habana, Cuba, del sábado 26 al martes 29 de marzo, fue con motivos vacacionales. La solicitud de vacaciones para los días lunes 28 y martes 29 de marzo, fue debidamente presentada y autorizada en el Instituto”.
Ayer, el consejero Nahucatzin Bravo lo desmintió y lo puso en evidencia al asegurar que Tomás Figueroa nunca pidió vacaciones ni notificó a los consejeros de su ausencia y de su viaje.
Otro párrafo del comunicado de prensa:
“La relación que tengo con Enrique Alfaro es de amistad y desde hace varios años, como las que tengo con muchas otras personas de la vida pública y privada, y que de ninguna manera interfieren con la responsabilidad que tengo en el Instituto ni con la imparcialidad que como funcionario electoral he demostrado a lo largo de los más de 15 años de servicio que tengo en la materia”.
¿Cómo puede hacerle Tomás Figueroa, no para que la ciudadanía en general le crea, pues quizás el grueso de ésta ni siquiera sepa quién es Tomás Figueroa, sino para que los actores políticos, aquellos que tienen relación con el órgano electoral le crean?
¿Bastará que el propio Tomás asegure -como lo hace en el boletín- que su viaje con Alfaro, aspirante a la gubernatura, “de ninguna manera interferirá” con la responsabilidad ni con la imparcialidad que tiene como presidente del Instituto Electoral?
¿Bastará que apele a sus 15 años de servicio que tiene en la materia, como para que los partidos políticos y los políticos le den todo su apoyo y respaldo para que se mantenga en el cargo?
¿Podría este viaje con un aspirante a ganar una elección en el 2012, no resurgir en los comicios del próximo año por parte de quien habiendo sido derrotado considere,desde su muy visión particular, que el árbitro electoral no fue del todo imparcial?
Hoy la palabra de Tomás Figueroa está en entredicho… y todo por ir a conocer a Silvio Rodríguez.