Julio César Hernández
Si actuaran con seriedad o realmente conocieran la legislación -dicen los expertos- ni el Gobierno del Estado ni los Ayuntamientos de Guadalajara y Zapopan estarían “pataleando” porque les autorizaran los créditos solicitados por 5 mil millones de pesos, el primero, y mil cien millones cada uno de los segundos.
Deberían saber -y si lo saben no entendemos, entonces, cuál es su juego- que ni el Ejecutivo estatal ni los dos municipales están en posibilidades de solicitar y, mucho menos, ejercer dichos montos económicos.
De acuerdo a expertos en finanzas públicas, el gobierno de Emilio González Márquez no puede contratar el crédito que por 5 mil millones de pesos solicita al Congreso del Estado le apruebe y que, por cierto, ya repartió en la imaginaria, por la simple y sencilla razón de que el Presupuesto de Egresos para el 2011 fue vetado por él mismo.
Por lo tanto, el Ejecutivo estatal no puede contratar y ejercer un crédito por el monto que sea si antes no se aprueba el Presupuesto de este año y, además, la ampliación del mismo con el crédito solicitado.
En el caso de los Ayuntamientos de Guadalajara y Zapopan, independientemente de que entreguen todos los requisitos que les solicitan, sus respectivos créditos no les serán registrados por la Secretaría de Finanzas por el simple hecho de que rebasan el 10% de su presupuesto que es lo que marca la ley, de ahí que el de la capital debería de rondar entre los 500 millones de pesos y el de la ex Villa Maicera debería de ser alrededor de los 300 millones de pesos.
Ah, claro, la verdadera razón por la que no le autorizarán a Emilio González, a Jorge Aristóteles Sandoval y a Héctor Vielma sus respectivos créditos, se llama… ¡política!
Nada más.