Por Hugo Luna
De acuerdo con el Secretario del Trabajo Javier Lozano que si el Congreso aprueba la reforma laboral se podrían crear cuando menos 800 mil empleos cada año.
Hay poco más de un millón y medio de mexicanos que, en los dos últimos años, quedaron fuera. Se han sumado a muchos millones más que desde hace muchos años no encuentran empleo.
Nos salvaba de una crisis social mayúscula el sector agroalimentario en los 70, la informalidad y la migración en los siguientes 30 años. Hoy, según las primeras interpretaciones del censo, parece que la migración no es ya una válvula de escape, al menos no muy significativa.
Imaginemos seguir sumando medio millón de mexicanos al año a la informalidad tendrá que terminar en algún momento, que vemos a la vuelta de la esquina.
Quienes generan los empleos son las empresas, de manera que necesitamos más empresarios si queremos más empleos. Y aunque suele decirse que las pymes son importantes porque da empleos, son improductivas, y por eso la gran mortalidad en ellas.
Lo que se necesita es tener empresas exitosas, sin importar su tamaño, y para lograrlo, cualquier medida que tomemos será provechosa. Nuestra cultura por  despreciar a los empresarios, sin entender que sin ellos no se pueden crear empleos.
Así que no tenemos más que dos sopas: o seguimos creando 250 mil empleos cada año, en promedio, o nos decidimos a construir un entorno favorable a la creación de empresas.
No hacen falta nuevas leyes, sino que el gobierno aplique eficazmente las actuales. Nuevas leyes no resuelven los problemas.