¿Mintió el periódico El Informador al publicar en la primera plana de su edición de ayer que el presidente municipal de Zapopan, Pablo Lemus Navarro, les advirtió a través de su jefe de gabinete, Juan José Frangie Saade, que si recibía y publicaba un desplegado el Ayuntamiento terminaría su relación con el diario?
¿El Informador pondría en riesgo su credibilidad y prestigio ganado a lo largo de un siglo inventando una amenaza o advertencia que presuntamente no existió? Definitivamente lo descartamos.
Titulada “Zapopan rompe relaciones con EL INFORMADOR”, el matutino publicó en la parte inferior de su portada de ayer lo siguiente:
“El Gobierno de Zapopan, en voz del coordinador de gabinete, Juan José Frangie Saade, comunicó a este medio la decisión del alcalde, Pablo Lemus Navarro, de romper toda relación con EL INFORMADOR si el medio aceptaba publicar un desplegado del empresario de de espectaculares Francisco Padilla.
“Recibimos el día de ayer la solicitud de publicar una inserción pagada por parte de Padilla. Al enterarse de ello el jefe de gabinete de Zapopan comunicó a los directivos de este medio las palabras textuales del alcalde: ‘Si sacan ustedes el desplegado, si lo aceptan, se acabaron las relaciones con EL INFORMADOR, en todos los aspectos”.
¿Por qué el gobierno de Zapopan y en particular quien lo encabeza, Lemus Navarro, pretendió evitar la publicación del mencionado desplegado? fue quizás la pregunta que todos nos hicimos al leere la nota de primera plana, pero cuando abrimos el diario nos enteramos de las razones al leer el contenido del texto a toda plana, acompañado de fotografías donde aparecían cuatro espacios con ocho espectaculares en total donde se publicita la propaganda del entonces candidato Lemus Navarro, su rostro con las leyendas: “Honestidad”, “Voy a dar la cara”, “Justicia es” y “Etica es”.
En el cuerpo del texto, el firmante del mismo denuncia que ha sido extorsionado por “la directora de inspección y reglamentos” y revela que Lemus Navarro y Frangie Saade son socios de varias empresas, entre ellas “Fortius Eelectromecánica SA DE CV”, que ganó la licitación para renovar las luminarias en el municipio, así como de empresas de empresas de espectaculares y pantallas.
A la publicación de la nota de El Informador, el Ayuntamiento de Zapopan emitió un comunicado pretendiendo matizar la reprobable amenaza del funcionario municipal. En el comunicado se aseguró que “esta Administración no ejerce ningún tipo de presión sobre la línea editorial de medio alguno”; agregó que “aunque el medio de comunicación habla de un rompimiento, esta Administración, este Gobierno mantendrá los mismos canales de información con este casa editorial al igual que con otras”; y argumentó que “el caso que motiva esta publicación es un asunto centrado en la difusión de mentiras (…) y ese fue el sentido del diálogo con El Informador. Dicho diálogo se realizó en aras de la verdad, porque la publicación es falaz”.
¿Desde cuándo un gobierno decide que lo que se publica en un desplegado es verdad o mentira y con ese argumento pretende evitar que se publique, amenazando al medio de comunicación con romper relaciones “en todos los aspectos”? ¿Que para eso no existen los tribunales a donde debe recurrir para combatir las acusaciones que se hacen en su contra, para dirimir el pleito con un particular?
No hay duda, pues, que los gobiernos emanados del partido Movimiento Ciudadano mantienen su decisión de pretender controlar los medios de comunicación y combatir a aquellos que no son de su agrado por ser críticos de su actuación, llegando al grado de querer decidir qué deben o no publicar dichos medios cuando la información en cuestión les es contraria.
La reiterada actuación de estos gobiernos en contra de algunos medios de comunicación, periodistas y reporteros en particular, debe de ser una llamada de alerta sobre la amenaza que existe en contra de la libertad de expresión.