La “bomba” estalló ayer por la tarde cuando trascendió que el PRI no había cumplido con los requisitos para registrar la planilla de candidatos a las presidencias municipales de Zapopan y Tonalá, que encabezan Héctor Robles Peiro y Jorge Arana Arana, respectivamente.
Falta de documentos y firmas serían las causas por las que dichas planillas están hoy en “capilla” en el Instituto Electoral del Estado. El colmo: se asegura que uno de los expedientes incompletos es el del propio candidato Robles Peiro.
La historia que hoy vive el PRI es la misma de cada tres años durante una larga época ante la falta de un mando firme que sepa imponerse a los candidatos y sus grupos, quienes por otro lado se han vuelto desconfiados ante sus dirigencias por las trampas que éstas han hecho en ocasiones anteriores cuando les modifican, de última hora, las planillas a aquellos.
Los “jaloneos”, las disputas y las discusiones son las razones que hoy tienen al PRI sumido en un “hoyanco” del que quizás no puedan salir con un altísimo costo para sus candidatos a la gubernatura y a la presidencia de la República, Jorge Aristóteles Sandoval y Enrique Peña Nieto, respectivamente.
Y lo sucedido el domingo en la noche es un claro ejemplo de esto.
Antes de que Armando Morquecho Ibarra, el candidato a síndico, acudiera a la mesa de registro del Instituto a entregar la documentación, se dio una discusión y altercado que provocó se incurriera en el error de no haber revisado debida y detenidamente los documentos que se iban a entregar e, inclusive, que hasta se fuera sin firmas.
Por un lado, el equipo de Héctor Robles desconfiaba de la dirigencia estatal ante la posibilidad de que le modificara su planilla, aunque poco antes de las 23:30 horas del domingo aun se hacían cambios de candidatos; por el otro, cuentan que Mauro Lomelí, el hijo del ex regidor Jesús Lomelí Rosas, le reclamaba a Rafael González Pimienta el que fuera incluido en la planilla el dirigente estatal de los jóvenes, Oscar Santos Rizo.
Mientras discutían el tiempo seguía su curso y los dimes y diretes entre los priistas provocó que de manera abrupta la documentación le fuera arrebatada a quien la tenía, se le entregara a Morquecho Ibarra y éste acudiera alrededor de las 23:30 a la mesa de recepción y registro a entregarla.
Sin embargo, metidos más en sus desconfianzas y pleitos, los priistas no cayeron en la cuenta de que la documentación correspondiente no llevaba la firma de los dirigentes estatales del PRI y del PVEM, González Pimienta y Enrique Aubry de Castro Palomino, respectivamente, y así la entregaron.
A esto hay que aunarle que también faltó la documentación de algunos integrantes de la planilla, comenzando por el candidato a la alcaldía, Héctor Robles, quien a través de su cuenta de Twitter negó por la tarde de ayer que hubiese problema alguno en el registro de su planilla, pues a él no le habían notificado nada al respecto.
Así, pues, la noche de ayer terminó enmarcada en la incertidumbre sobre el futuro que tendrán las planillas de candidatos a las alcaldías de Zapopan y Tonalá, aunque sobre ésta última poco trascendio.