Concentrados en lo sucedido durante la asamblea municipal del PAN en Guadalajara para elegir a su nuevo dirigente que relevará en el cargo a Carlos Tiscareño, se perdieron de vista algunos puntos interesantes sucedidos en la asamblea del panismo en Zapopan donde el gran derrotado fue el ex gobernador Alberto Cárdenas Jiménez y la agrupación denominada “Renovada Convicción”.
A la asamblea se presentaron tres aspirantes a la dirigencia: Él regidor Ramón Ramírez, impulsado por el ex diputado Abraham González y el regidor José Antonio de la Torre; el ex regidor Oscar Olivares, impulsado por el diputado federal Omar Borboa, el Grupo Zapopan y los emilistas; y la Cecilia Piñón, impulsada por el regidor en Guadalajara Cárdenas Jiménez y demás integrantes de “Renovada Convicción”.
Lo sucedido en Zapopan al otrora popular gobernador, refleja que o su figura está muy desgastada en el municipio donde reside o simplemente no tiene, ni ha tenido, el peso político que muchos ciudadanos no panistas le otorgan.
El orador encargado de presentar la candidatura de Cecilia Piñón, quien hizo un encomieable esfuerzo por participar en una contienda por demás difícil para ella, fue nada menos que el ex subsecretario de Educación y candidato de “Renovada Convicción” a la dirigencia estatal del PAN, Miguel Ángel Martínez Espinoza.
Quienes operaron a favor de la candidata fue gente cercana al ex dirigente estatal y actual coordinador de asesores del grupo edilicio panista en Guadalajara, Tarcisio Rodríguez Martínez, también integrante de “Renovada Convicción”.
Pero el peso de Alberto Cárdenas Jiménez y demás integrantes de esta corriente panista en Zapopan fue de apenas poco más de medio centenar de votos.
Las corrientes de González Uyeda, De la Torre, Antonio Pinto, Fravel Espinoza, Abel Correa, Salvador Plascnecia y liderazgos de grupos recientes que apoyaron a Ramón Ramírez, por un lado; y de Sánchez Aldana, Isidoro Campos, Bernador Guzmán, Maricarmen Mendoza, Joel Arellano, Martín Hernández Balderas, Héctor Varela, Hernán Cortés y cercanos a los emilistas Diego Monraz y Antonio Gloria, se encargaron de “desaparecer” a Cárdenas Jiménez de la contienda.
Y esto, sin contar que se asegura que en la asamblea en Guadalajara la “recomendación” de Alberto Cárdenas como regidor tapatío fue: que gane cualquiera, menos Irving Ávila, quien finalmente obtuvo mayoría de votos sin alcanzar la requerida para declararse ganador, que era la mitad más uno de los delegdos.
Así, pues, no hay duda que la “estrella” política del otrora fuerte gobernador Albrto Cárdenas está bastante opacada.