En vísperas de que Jesús Pablo Lemus Navarro rindiera su primer informe de gobierno, se reveló que en el predio La Primavera, en Zapopan, se habían encontrado ya 105 bolsas negras con restos de cuerpos humanos; minutos antes de dar a conocer el contenido de ese informe, en una de las calles de este municipio unos delicuentes se robaron una camioneta llevándose a dos niñas hermanas, cuyo padre fue herido por los ladrones y un comerciante que quiso evitar el hurto fue asesinado en el lugar de los hechos. Ayer se informó la muerte del padre de las menores. Por la tarde-noche de ese día, se oficializó que el número de bolsas encontradas con restos humanos habían sumado ya 119. Y fue el total.

De estos hechos ocurrido en antes, durante y después de su informe de gobierno, Lemus Navarro no dijo ni ha dicho hasta el momento ni una palabra. En su discurso apenas si le dedicó cinco minutos al tema de la seguridad pública, pero prácticamente se ha quedado mudo ante la cantidad de restos humanos encontrados en el territorio que gobierna.

El gobernador Enrique Alfaro Ramírez tampoco ha declarado nada al respecto., como si guardando silencio no existieran los cadáveres que fueron destazados y depositados en una profunda fosa que extrañamente nadie se dio cuenta que fue hecha y seguramente no con pala y pico.

¿En qué lugar del mundo se descubren ¡119 bolsas con partes de cuerpos humanos y nadie dice nada y las autoridades se quedan mudas!?

No es gratuito, entonces, que Jalisco esté colcado entre los tres últimos estados en donde sus habitantes reprueban la actuación de su gobernante para enfrentar a la delincuencia. Este es un ejemplo de que la encuesta levantada por el periódico El Financiero se apega a la realidad de lo que sucede en Jalisco.

Ni el alcalde de Zapopan que sueña con ser gobernador ni el gobernador que soñó con ser alcalde y ya lo fue en dos ocasiones, son capaces de balbucear siquiera una condena por el macabro hallazgo en su territorio. Quien habló fue el coordinador de Seguridad Pública, Macedonio Tamez, pero sólo para prejuzgar, sin investigación de por medio, que los cuerpos ahí encontrados son de delincuentes. Así de sencillo, fácil y categórico fue el pronunciamiento de quien alguna vez fue comisario de Seguridad en Guadalajara.

¿Quién puede presentarse en un predio y cavar una fosa de varios metros de proundidad, según la información difundida, para luego depositar 119 bolsas con restos humanos sin que nadie los vea y mucho menos los moleste? ¿Ya nos acostumbramos a ver esta escena como algo común en la zona metropolitana? ¿Y por ello, entonces, ya no es válido exigirle a nuestros gobernantes una explicación de cómo es posible que eso suceda en un municipio y sus gobernantes no se enteren y mucho menos hablen cuando se confirman los hechos?

¿Esta será una escena muy común en el gobierno de la #Refundación? ¿O esto es parte de esa #Refundación? ¿Por qué el silencio de Enrique Alfaro y Jesús Pablo Lemus? ¿Saben algo que la sociedad ignora y que por alguna razón los mantiene callados? ¿También a esto tenemos que acostumbrarnos? ¿Al silencio cómplice de nuestros gobernantes?

Entonces que no nos extrañen los pronósticos del Observatorio de Seguridad y Justicia de la Universidad de Guadalajara en el sentido de que 2019 cerrará con un aumento en el número de asesinatos en Jalisco del 21.68%, mientras nuestras autoridades se mantienen prácticamente de brazos cruzados… y apanicadas.