Los empresarios siempre han creído que la política y el gobierno son cosa fácil y que las mismas reglas que se aplican para una empresa se pueden aplicar a la administración pública.
Hace más de cuatro años, aquí en Marcatextos, en Los Empresario y el 2012 hice una referencia a los mitos que existen respecto de la “conveniente” participación de los empresarios en el gobierno. El texto hacía referencia también al interés que desde entonces mostraba Pablo Lemus Navarro de pasar de la representación empresarial a la política.
A unos días de empezar su administración como alcalde de Zapopan, Pablo Lemus ya ha anunciado que traerá a varios miembros del sector empresarial a ocupar importantes cargos en su gobierno.
Otra vez la ilusa idea de que los empresarios lo pueden hacer mejor.
La lista de empresarios que se han pasado a la política y a la administración pública ya es larguísima. Y son muy contados los que han hecho realmente un trabajo mejor y diferente. Los más acabaron seducidos por la corrupción y la ineficiencia.
Otra “aportación” que anuncia Pablo Lemus para su gobierno es la integración de “activistas de la sociedad civil” a importantes espacios de su equipo en el gobierno. Otro invento del agua tibia por dos razones: este traspaso de la “sociedad civil” a la política no es nuevo y se ha practicado por décadas, y tampoco los “activistas” convertidos en funcionarios han escapado a la ineficiencia y a la corrupción.
Se dirá, y con mucho acierto, que nada se pierde con intentar nuevamente cambiar las cosas.
Aquí lo único que digo es que ni es una novedad esa práctica, ni hay que hacerse muchas ilusiones de que esta vez sí funcionará.