Les comparto en Marcatextos mi columna “Entre Semana” publicada hoy en el periódico El Diario NTR Guadalajara.
En redes sociales circula un texto que no tiene desperdicio, como tampoco tiene autoría –lo cual lamento por lo bien hecho que está–, que dibuja perfectamente lo que hoy sucede en la política mexicana, convertida en una verdadera paella –arroz, mariscos, carne de puerto y demás variados ingredientes que lleva– y que vale la pena replicarla.
Este texto –que comparto con el permiso del anónimo autor– se titula Guía posmoderna y práctica para decidir su voto en 2018. Y dice:
“1. Si usted está a favor del matrimonio homoparental, los derechos sexuales y el aborto, usted debe votar por la derecha; es decir, por el PAN y por Anaya. Porque estos temas están en la agenda del PRD que ahora está aliado con el PAN en el Frente”
“2. Si usted está en contra de toda esa agenda tradicionalmente de la izquierda; es decir, si usted está a favor de la familia natural, a favor de la vida y a favor de la penalización del aborto, usted debe votar por la izquierda, es decir por Morena. Porque ahora Morena cobija la agenda moral de Encuentro Social aliado con El Peje”
“3. Si usted quiere votar por el PRI, usted debe votar por El Bronco, cuyo pasado priísta al estilo autoritario, intolerante y misógino de Díaz Ordaz le persigue constantemente”
“4. Usted no debe votar por el PRI. ¿Por qué? Se lo explicamos en el siguiente punto”
“5. Si usted quiere votar por el PAN, digamos el PAN ‘más moderno’, tiene que votar por el PRI que tiene un candidato no priísta y que de hecho es de origen panista”
“6. Pero si usted quiere votar por el PAN más tradicional, debe votar por Margarita Zavala que ya no milita en el PAN porque se peleó con Anaya”
“7. Si usted está a favor de las privatizaciones de Salinas, entonces vote por Morena que en el gabinete del Peje presentó nada menos que al suegro del hijo de Slim como secretario de Turismo”
“8. Si usted está a favor de los pobres vote por la derecha y el PAN y su Frente que proponen un ingreso básico universal”
“9. Si ante el panorama anterior usted se desencanta y le gana la depresión, aún puede ejercer su voto, calmar su conciencia y a la vez tirar su voto a la basura, ¡vote por Marichuy!”
“Ahora que si usted tiene problemas de bipolaridad debidamente diagnosticada, vote por cualquiera de las opciones anteriores, y así:”
“- Habrá votado a favor y en contra de los derechos LGBT”
“- Habrá votado por la derecha y por la izquierda”
“- Habrá votado por el PAN y por el PRI a la vez”
“- Habrá votado por el PAN y a la vez repugnará al PAN”
“- Odiará al PRI y a la vez votará por él”
“- Estará a favor de los pobres y a favor de la oligarquía económica de este país”
“- Ejercerá su voto y a la vez lo habrá tirado a la basura”
“¡Felices elecciones 2018!”
Mientras transcribía este texto me entero de que el senador José María Martínez Martínez, presidente de la Comisión de la Familia en el Senado, renunciaba al PAN –porque ahora no alcanzó ni una suplencia en las candidaturas, o sea, no le dejaron nada– y que su camino a seguir era sumarse a ¡Morena!
En el terreno de la política y con miras al proceso electoral de julio próximo, los ciudadanos estamos atrapados en el laberinto del absurdo donde nos enfrentamos a los escenarios inimaginables de alianzas y coaliciones, de deserciones y traiciones, con un solo objetivo: el poder por el poder.
Nadie puede tomarse en serio las promesas y los compromisos de campaña de los candidatos –a cualquier cargo de elección popular– cuando han decidido hacer a un lado sus principios e ideología con tal de vivir –o seguir viviendo– del erario y cuando lo último que les importa es el bienestar ciudadano.
La verdad, alguien tiene que poner orden. Y no serán los políticos de hoy, como tampoco los candidatos independientes que tienen un bonito discurso, pero nada de sustento.
21 febrero, 2018