Aunque un gran número de campañas de candidatos a presidentes municipales arrancaron al primer minuto de hoy domingo -ya en pleno cambio de horario-, no será sino hasta mañana lunes cuando los aspirantes inicien formalmente el trabajo de recabar el mayor número de simpatías que se conviertan en votos el próximo primer domingo de junio.
Si bien la zona metropolitana resulta atractiva para este tipo de contiendas en los comicios intermedios que de por sí no generan el entusiasmo de cuando se juegan la gubernatura y la presidencia de la República, la atención estará puesta en Guadalajara y Zapopan donde los partidos gobernantes, Movimiento Ciudadano (MC) y Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), tendrán un enfrentamiento de resultados impredecibles.
Jesús Pablo Lemus Navarro obtuvo la candidatura “de rebote”, luego de una todavía controvertida y cuestionada declinación a ella de Ismael del Toro Castro, mientras Carlos Lomelí Bolaños la obtuvo a través de una controvertida y cuestionada encuesta -muy al estilo Morena-, cuyo resultado no aceptó, para empezar, su contrincante y que hoy es su coordinadora de campaña y además candidata a diputada por el distrito 11, Claudia Delgadillo González -¿podrá repicar las campanas y andar en la procesión?-.
En ambos casos -así lo advierto-, está latente el “fuego amigo” y -no creo exagerar- hasta actos de traición que en cualquiera de los dos pudiera tener consecuencias funestas de las que se lamenten pasada la jornada electoral. La operación de “brazos caídos” -otra manera de ajustar cuentas al interior del emecismo o morenismo- no puede descartarse en uno y en otro. Y es que hay que reconocer que ni la llegada de Lemus Navarro ni la de Lomelí Bolaños fue bien vista por todos sus correligionarios, aunque públicamente se diga lo contrario.
Lo peor que le puede pasar a ambos -Lemus y Lomelí- es negarse a reconocer lo anterior y sólo escuchar “el canto de las sirenas”.
Pero esto apenas comienza…
El otro caso es el de Alberto Uribe Camacho y Juan José Frangie Saade, candidatos a la presidencia municipal de Zapopan, y cuya contienda no puede ser más inequitativa ante los años de experiencia que el primero le lleva al segundo en el terreno político y el ejercicio de la administración pública. No pueden compararse cinco años siendo Jefe de Gabinete con cuatro años de alcalde municipal (uno de ellos interino) y casi tres de síndico. Pero este es otro cantar del que ya hablaré conforma avance la campaña…
En esta contienda entre Uribe Camacho y Frangie Saade, saldrá mejor librado el que logre que su equipo de campaña opere casi a la perfección, pues mientras el primero lo armó en poco tiempo -y ahí estará a prueba su capacidad de estratega-, el segundo enfrentará la ausencia del que le apostó sería su principal impulsor, su jefe Lemus Navarro, así como la orfandad en que pudo dejarlo al tener que llevarse a Guadalajara a integrantes de su equipo que inicialmente reforzarían a su antecesor en la presidencia de la Coparmex.
Sin duda los conocimientos y la capacidad política de Alberto Uribe tendrán que reflejarse en la campaña para sustituir cualquier hueco dejado obligadamente por la falta de mayor tiempo para conformar un equipo completo o con la fuerza que hubiese querido de haber tenido la candidatura en sus manos con mayor tiempo de antelación.
En el caso de Juan José Frangie, por el contrario, tendrá que demostrar que supo aprovechar todo el tiempo que tuvo a partir de que supo que sería el candidato por obra y gracia de Lemus Navarro, que fue prácticamente desde que lograron la reelección -si no es que antes-, no obstante toda la escenografía montada con otros aspirantes al cargo, pero que nunca pusieron en peligro lo ya decidido, pues nada ni nadie haría cambiar de parecer a quien lo hizo candidato.
El tiempo es el aliado de Frangie para la conformación de su equipo, aunque los huecos que pudo dejarle Lemus al momento de convertirse en candidato a Guadalajara debió de haberlos llenado aún contra el tiempo, mientras que la aliada de Uribe será su capacidad política para enfrentar cualquier desventaja de arranque. Sobre la marcha, ambos equipos deberán de irse asentando y sacar adelante a su candidato.
Hoy es muy temprano para marcar un favorito o señalar a un puntero en este arranque de campaña, tanto en Guadalajara como en Zapopan. Pero sin duda que ante el corto tiempo de la misma, pronto advertiremos quién obtiene ventaja, porque, eso sí, todos los candidatos tienen un adversario más fuerte que ningún otro: el tiempo.
Dos meses de campaña, no es nada…
Y si no,. al tiempo…