Durante varios meses -¿o años desde el 2021 cuando asumió como regidor en el Ayuntamiento de Guadalajara?- Carlos Lomelí Bolaños dio mucho de qué hablar; generó y mantuvo expectativas sobre su futuro político, sabedores de que su aspiración para las elecciones del 2024 era ser nuevamente candidato a la gubernatura, como en el 2018; e, incluso, provocó “apuestas” sobre si se mantenía o no dentro de Morena en caso de no alcanzar su objetivo.

Lomelí Bolaños, como lo hubiera hecho e hizo cualquier otro aspirante dentro de su partido, “peleó” por estar, primero, entre los aspirantes a ser tomado en cuenta; segundo, ser uno de los contendientes por la coordinación de defensa de la cuarta transformación; tercero, por ser de los mejores calificados en la encuesta interna y externa. Y lo logró. En la encuesta interna, entre consejeros, fue el más votado; y en la interna se alzó también con el primer lugar. Sin embargo, las reglas electorales marcadas por el Instituto Nacional Electoral y por decisión de su partido, en Jalisco se decidió definir la candidatura al gobierno del Estado por razones de género y fue designada Claudia Delgadillo González como candidata.

Él, de acuerdo a las reglas establecidas, fue designado candidato al Senado de la República encabezando la primera fórmula; la segunda la encabeza Rocío Corona Nakamura.

Luego, como lo hace y hubiera hecho cualquier jefe o líder político, “peleó” dentro de Morena por conseguirle espacios con candidaturas a integrantes de su grupo político, ya fuera como candidatos a legisladores o a presidentes municipales y regidurías. Asumió, incluso, posturas duras y hasta condicionó una posible participación a que se designaran candidatos y candidatas a personas cercanas a él. Algo que todo jefe político hace, independientemente del partido al que pertenezca.

Pero se agotaron los tiempos y las candidaturas, y cuando no pocos esperaban que viniera el rompimiento de Carlos Lomelí con Morena y la Cuarta Transformación, el candidato al Senado se presentó en el acto donde Claudia Delgadillo se registró como candidata de Morena y ahí le levantó la mano, lo que muchos consideraron una primera señal de que el rompimiento que propios y extraños esperaban no se iba a registrar.

Posteriormente, definidas las candidaturas de Guadalajara, Tlaquepaque, Tlajomulco y El Salto, donde Lomelí Bolaños tenía integrantes de su grupo político que contendían por ellas, apareció anteayer en redes sociales con dos mensajes que nadie esperaba, pero que dejaron muy clara su postura y decisión no sólo de no romper con la Cuarta Transformación sino de cerrar filas y hacer llamado a la unidad.

En el primer mensaje, sorprendió que en el video apareciera la candidata a la gubernatura, Claudia Delgadillo, ante quien Lomelí Bolaños expresó: “Vamos a ganar Jalisco con Claudia Delgadillo. Vamos a salir a hacer trabajo puerta a puerta como nos enseñaron todos estos años a escuchar a los jaliscienses. Y vamos a ir por el triunfo para que la cuarta transformación sea una realidad en nuestro estado. ¡Vamos con todo mi Claudia! Voy a caminar al lado, hombro con hombro, con esta mujerón que va a ser nuestra próxima gobernadora”.

Horas después apareció en otro video que difundió en sus redes sociales con un mensaje que no pocos esperaban escuchar y apostaban que sólo era cuestión de tiempo para que se diera, que era llamar a la unidad en Morena y entre los integrantes de la coalición Sigamos Haciendo Historia. Su mensaje dejó en claro que “lo pasado, pasado” y que ahora el objetivo era ganar las elecciones. Dijo lo que muchos creían que nunca iba a decir:

“Podemos o no estar de acuerdo con las decisiones tomadas por el CEN de nuestro partido. Algunas de ellas nos generaron alegrías, otras tristeza y algunas hasta enojo. Pero al margen de nuestras aspiraciones, pretensiones o simpatías, y por encima de todo, está el sueño de las y los jaliscienses de un estado donde se pueda vivir en paz y con tranquilidad; desde el progreso, del crecimiento y desarrollo, y con una gran coordinación con el próximo gobierno federal…”.

Quienes apostaron a que Carlos Lomelí rompería con Morena y la 4T, creando un “boquete” con efectos electorales en contra, se quedaron con las ganas de verlo, porque los dos mensajes que emitió en un sólo día generaron tranquilidad al interior de la coalición, pero particularmente del morenismo jalisciense.