Con un discurso en el que estuvo ausente cualquier referencia política -en medio de un proceso electoral que aún no concluye- y el nombre de Raúl Padilla López, el rector general de la Universidad de Guadalajara, Ricardo Villanueva Lomelí, rindió ayer su quinto informe de actividades con guiños de que pudo ser el último ante lo que pudiera depararle el destino de aquí al último día del mes de abril del 2025 cuando concluye su período al frente de la máxima Casa de Estudios.

En un escenario diferente al que utilizó en sus anteriores informes -“cambié la sala ‘Plácido Domingo’ por al auditorio Telmex”, que presumió como “el aula más grande de la Universidad”-, porque dijo que ahora quería tener ahí a todo el gabinete estatal, al pleno del Congreso del Estado y a los 125 presidentes municipales del Estado, Villanueva Lomelí leyó su mensaje a los universitarios y jaliscienses en general por espacio de una hora y 45 minutos. Se explayó, combinando su intervención con videos y presentaciones artísticas con las que demostró la diversidad de lo que ahora es la Universidad de Guadalajara.

Atrás quedaron los reproches de un Rector a un Gobernador, como en octubre del 2021 cuando Villanueva, en sus redes sociales, se refirió al informe de gobierno de Alfaro:

“En el servicio público los hechos siempre dirán más que los discursos. Decir que se quiere y se respeta a la universidad, pero violentar su autonomía y quitarle presupuesto, es un juego discursivo.Los hechos que hoy vi en el informe son que en Jalisco la prioridad fueron las máquinas y el asfalto, por encima de la salud y la educación. Otro dato que no sabía es que se invirtió 4 veces más en ayudarles a transportistas a comprar camiones que ya pagan los usuarios en su tarifa, que invertir de origen en el hospital o en el museo. Por último, hubiera sido un buen gesto un ‘gracias’ a toda la comunidad universitaria que se jugó la salud en la atención de la pandemia”.

En aquella ocasión, Ricardo recordó al ex rector Enrique Alfaro Anguiano, padre del gobernador, de quien dijo: “Estoy seguro que el rector Enrique Alfaro (Anguiano) no permitiría que ningún gobernador le quitara 140 millones de pesos a la universidad, y por ningún motivo el rector Enrique Alfaro hubiera considerado ni como bueno estos presupuestos, ni como bueno que ‘amor’ sea quitarle un proyecto después de todo lo que vimos que se hizo en carreteras y asfalto. ¿En verdad les faltaron 140 millones de pesos que tuvieron que quitarle a la universidad?…”.

Ahora, en este informe, tras agradecerle al gobernador la decisión de enviar la iniciativa al Congreso para otorgarle a la UdeG el presupuesto constitucional, recordó al ex rector de esta manera: “Estoy seguro que el ex rector Enrique Alfaro Anguiano está muy feliz y aplaudiéndote ahora aquí con nosotros…”.

Atrás quedó aquella arenga del 23 de noviembre cuando la dirigente de la FEU, Zoé García, planteó a los 140 mil universitarios citados en la plaza: “¡Levanten la mano quienes consideren que el gobernador de Jalisco es una persona non grata en la UdeG!”. Y todos la levantaron, lo que dio pie a que momentos después ahí mismo Villanueva Lomelí le enviara un mensaje al gobernador Alfaro: ¡Señor gobernador, te lo digo de frente y claro: Nos abandonaste y no lo vamos a olvidar! ¡Y si la FEU lo declara non grato, pues non grato será este gobernador, porque los estudiantes aquí sí mandan!”.

Hasta el día de ayer, la comunidad universitaria no le había levantado el veto y la declaración de “persona non grata” al gobernador Alfaro, quien hizo acto de presencia en este quinto informe de Villanueva.

Pero también terminaron los calificativos que desde Casa Jalisco el gobernador Enrique Alfaro le endilgó a los universitarios llamándolos “secuaces de Padilla”, “camarilla que desde hace décadas ensucia la vida pública de Jalisco”, “grupo de lacayos”, “grupo de interés que manipula a los poderes públicos” y que “este grupo de lacayos de Raúl Padilla no tienen límite”.

Bien lo dijo ayer el gobernador al hacer uso de la palabra: “Es cierto que los momentos difíciles marcaron en parte la relación entre el Ejecutivo del Estado y la Universidad durante un tiempo, pero podemos hoy declarar que esa etapa quedó en el pasado de manera definitiva y que dimos pasos históricos hacia la dirección correcta”.

“Esa etapa quedó en el pasado de manera definitiva”, dijo Alfaro Ramírez, a poco más de un año del fallecimiento del ex rector Raúl Padilla López, el gran ausente en este quinto informe de Ricardo Villanueva Lomelí.