El 17 de marzo del 2021, un día después de que Ismael del Toro Castro, presidente municipal de Guadalajara con licencia de Guadalajara, renunció inesperadamente a buscar la reelección, bajo el título “¿Se derrumba el proyecto naranja?“, escribimos lo siguiente:
“La sorpresiva renuncia de Ismael del Toro Castro a la candidatura para reelegirse como presidente municipal de Guadalajara ha levantado una serie de especulaciones sobre quién ocuparía su lugar en esta contienda. Nombres van y nombres vienen, pero no tiene caso entrar al juego de la especulación porque sería aportar más al enrarecimiento político en Jalisco…
“Más sin embargo, con la declinación de Ismael la gran pregunta no es quién lo sustituirá, sino que si con esta decisión se derrumba el proyecto político del grupo compacto del partido Movimiento Ciudadano que encabeza como líder el gobernador Enrique Alfaro Ramírez, pues Del Toro Castro era el siguiente eslabón para buscar consolidar este proyecto -que inició en 2005- a partir del 2024 con él como candidato a la gubernatura, en caso de lograr la reelección en junio próximo.
“Anótese: No está en juego el proyecto de Enrique Alfaro, sino el proyecto de todo el grupo, de todo el equipo; un proyecto que no nació cuando ganaron la alcaldía de Tlajomulco porque ese fue el primer escalón que lograron subir de dicho proyecto.
“Llegue quien llegue a la candidatura por la alcaldía de Guadalajara no podrá ser la continuidad del proyecto, porque esto sólo es posible con un integrante de ese grupo compacto que comenzó su exitosa carrera con la presidencia municipal de Tlajomulco. Y me refiero a Enrique Ibarra Pedroza, Clemente Castañeda, Hugo Luna e Ismael del Toro. Fuera de ellos, nadie más. Ni Verónica Delgadillo y ni Mirza Flores, no obstante ser de la misma “palomilla” preparatoriana. Ni Salvador Zamora o Alberto Esquer, y mucho menos Jesús Pablo Lemus Navarro.
“Para nadie es desconocido que Ismael del Toro era el proyecto del grupo para el 2024. Todo estaba fríamente calculado desde que ganaron la alcaldía en Tlajomulco. Prácticamente el plan era que Alfaro y Del Toro harían el 1-2 en Tlajomulco, en Guadalajara y en el Gobierno del Estado. Por eso Alberto Uribe fue interino en el primero e Ibarra Pedroza en el segundo. El “Pope” tenía que cubrir los períodos de gobierno constitucionales para estar en condiciones de continuar el proyecto naranja.
“Ahora inesperadamente el proyecto se fractura con altos y serios riesgos de hacerse añicos, pues no hay nadie del grupo compacto que entre al relevo. Nunca se prepararon para un momento como éste porque quizás nunca se imaginaron que pudiera llegar. Pero llegó y quizás cuando era menos conveniente, cuando está en juego mucho de por medio y cuando las condiciones no son las mejores, como en los viejos tiempos”.
Hasta aquí, parte de lo escrito en aquella fecha.
Lo demás es historia conocida: Lemus Navarro -con el apoyo del Grupo Coparmex y otros grupos empresariales- se impuso al grupo alfarista, se hizo de la candidatura a la alcaldía de Guadalajara -con una inconstitucional segunda reelección-, fue candidato a la gubernatura, el IEPC lo reconoció como ganador, le fue entregada la constancia de mayoría, pero su elección está impugnada y se pide su anulación. Aún no hay nada escrito.
Pero, al mismo tiempo, estaría cumpliéndose el augurio que cuestionábamos hace poco más de tres años: el proyecto político del Grupo Compacto -hoy denominado Grupo Jalisco-, en Movimiento Ciudadano, se derrumba. El espacio que hoy ocupa Pablo Lemus le correspondía a Ismael del Toro, pero otros integrantes de ese grupo, como Clemente Castañeda, que era el indicado, tuvieron miedo de ocuparlo y a partir de ahí se aceleró su ocaso.
Hoy el Grupo Jalisco, lidereado aún por Enrique Alfaro, ya no tiene peso al interior de Movimiento Ciudadano y prácticamente es ignorado por su dirigencia nacional que encabeza Dante Delgado. Los resultados obtenidos el pasado 2 de junio hablan por sí solos y sólo son reflejo de la descomposición del grupo que no supo sobreponerse a la sorpresiva decisión de Ismael del Toro, aun y cuando en aquella elección del 2021 salieron airosos, gracias al ánimo antimorenista inyectado a los jaliscienses en aquella ocasión. Hoy dicha fórmula fracasó.
La debacle del Grupo Jalisco no inició aquel 7 de julio del año pasado cuando Alfaro Ramírez declinó a buscar la candidatura presidencial -simplemente fue consecuencia-, sino aquel 16 de marzo del 2021 cuando uno de los “pilares” del Grupo Jalisco se “derrumbó”. Hoy el Grupo entró a su etapa de extinción, porque independientemente de si rompen o no con la dirigencia nacional, simplemente ya no será aquel Grupo Compacto cuyo proyecto era gobernar Jalisco, mínimo, por 18 años (Alfaro, Del Toro, Castañeda).
Y si no, al tiempo…