El pasado ocho de diciembre, dos días después de asumir la gubernatura, ante cámaras, micrófonos y grabadoras de los medios de comunicación, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez anunció la puesta en venta del jet propiedad del gobierno del Estado, bajo el argumento de que “no es necesario tener una aeronave para despilfarro de recursos públicos” y reprochar que “yo no entiendo para qué el Gobierno de Jalisco necesita un jet si lo más lejos que puede volar, en todo caso en una emergencia, es a la Ciudad de México”.

Sin embargo, transcurridos más de 100 días de gobierno, Alfaro Ramírez cambió de opinión y decidió quedarse con una aeronave que según él sólo servía para “despilfarro de recursos públicos”, y de manera sigilosa, sin hacer anuncio público alguno, reculó y mantendrá como propiedad del Ejecutivo estatal el jet adquirido en la administración del ex gobernador Emilio González Márquez, no obstante que en aquella ocasión se quejó de que se gastaban 300 mil pesos mensuales sólo en combustible.

No fue sino hasta que Marcatextos reveló -el pasado lunes 25- que el jet que para Alfaro significaba un “despilfarro de recursos públicos” era utilizado por el gobernador desde cinco días después de llegar al gobierno y hasta la fecha, teniendo en registro del 11 de diciembre del 2018 al 24 de febrero de este año un total de 28 vuelos, la mayoría de ellos a la ciudad de Toluca y algunos a Puerto Vallarta, Querétaro y Pachuca.

Hoy al mediodía -a partir de lo publicado aquí en Marcatextos-, el gobernador abordó el tema y reveló que decidió cancelar la venta de la aeronave debido a que ofrecían un precio muy bajo por él y adquirir otro resultaba muy caro. “Ya me imagino yo comprando un avión y en estas circunstancias que está el país, sería absurdo”, se disculpó Alfaro Ramírez.

Y explicó: “Comprar una avioneta nos salía más caro que tener este avión como está”. O sea que decidió seguir los pasos de sus dos antecesores, González Márquez y Aristóteles Sandoval, y continuará su ejemplo: derrochando los recursos públicos con el uso de la aeronave.

Alfaro agregó: “A veces no puedes estar moviéndote en vuelo comercial por la carga de agenda. Si lo he usado es para ir a México a reuniones de trabajo y nada más. Si alguna vez necesito moverme por urgencia, pues, perdón pero soy gobernador de un Estado y a veces necesita moverse en esos términos”, dijo, no obstante que poner en venta el jet fue decisión suya y no una demanda ciudadana.

Luego abundó: “Había buscado la opción de comprar una aeronave de otra naturaleza que no fuera jet, que fuera un motor turbo hélice que fuera menos gastador de combustible, pero cuando vimos los precios nos costaba por lo viejo que está el avión, nos daban un precio muy bajo por él que, obviamente, no podía costear el monto de una aeronave de otro tipo. Entonces decidimos frenar la venta”.

Y resignado dijo: “El avión es seguro y, la verdad, es que lo uso poco para ir a México y punto final, muy de vez en cuando, y casi siempre voy en vuelo comercial”, asegurando que tenía los testimonios, los boletos, para comprobarlo.

Negó que hubiese ocultado el uso del jet, pues finalmente la bitácora de vuelo es pública.

Y, efectivamente, en función de la bitácora de vuelo es que surgen algunas preguntas que ponen en entredicho el que realmente hubiese querido vender el jet o que en realidad fue puesto a la venta, pues vale preguntar: Si estaba decidido a venderlo, ¿por qué tres días después de anunciar que lo vendería, lo utilizó para ir a Toluca y en el resto del mes de diciembre voló en él cinco ocasiones más? ¿Por qué lo siguió utilizando durante enero en 12 ocasiones y en febrero 11 veces más? ¿No significaba eso desgastar más una aeronave que sería puesta en venta y, por lo tanto, su valor se reduciría?

Alfaro aseguró que “si lo he usado es para ir a México a reuniones de trabajo y nada más”, pero se le olvidó que estando el jet en Guadalajara lo solicitó para que el 24 de febrero pasado fuera por él a Pachuca, luego de que un día antes acudió a esa ciudad a disfrutar del juego entre las Chivas y los Tuzos. O que, por ejemplo, el 21 de enero lo utilizó para ir y venir a Puerto Vallarta y regresar al puerto en 28 de ese mes, cuando aseguró que viajes dentro del estado los realizaróa por carretera.

Otras preguntas más: ¿Cuándo y por qué medio se puso a la venta o en subasta el jet del gobierno del Estado? ¿Quién o quiénes se enteraron de manera formal y oficial que la aeronave estaba a la venta y durante cuánto tiempo se mantuvo la oferta? ¿Cuál fue la oferta u ofertas que hicieron y no convenció al Ejecutivo estatal?

La verdad es que ante los hechos y la falta de transparencia e información, el famoso jet del gobierno de Jalisco nunca fue puesto en venta o en subasta, por dos razones: 1. Porque se continuó utilizando sin importarles el desgaste que eso significaba; 2. Porque no existe información alguna de que haya sido puesto en venta o en subasta, ni cuándo ni dónde.

O sea que, una vez más, el gobierno de la #Refundación queda en entredicho, pues una cosa es lo que dice y otra la que hace. O sea, la incongruencia como sello de la casa.