El pasado 20 de marzo, desde Casa Jalisco y a través de un video que compartió en sus redes sociales, el gobernador Enrique Alfaro Ramírez nos dijo a todos los habitantes de Jalisco:

“Los próximos cinco días serán cruciales para controlar el crecimiento del contagio del virus en nuestra sociedad. Por eso hoy les pido a los jaliscienses que esta semana hagamos el sacrificio de quedarnos en casa. Un sacrificio de cinco días que podría evitar tener que hacer un sacrificio de meses. Cinco días de aislamiento que pueden ser decisivos en el manejo de la crisis que enfrenta Jalisco. Así de claro. Este no es un llamado para entrar en pánico; al contrario, este es un mensaje al pueblo de Jalisco para enfrentar la contingencia juntos, unidos, con absoluta seriedad y responsabilidad. Es un llamado sustentado en evidencias científicas, no en ocurrencias o corazonadas…”.

Desde aquel día 20 de marzo han trascurrido 69 días -hoy se cumplen 70-, y no hay evidencia alguna de que aquellos primeros cinco hayan sido cruciales “para controlar el crecimiento del contagio del virus” como nos lo aseguró Alfaro Ramírez, aún y cuando aquel llamado estuvo “sustentado en evidencias científicas, no en ocurrencias o corazonadas”. No hay evidencia de que aquel “sacrificio de cinco días” haya servido para “evitar un sacrificio de meses”, pues a la fecha se han cumplido poco más de dos meses…. y vamos para el tercero.

Después de aquellos primeros cinco días, Alfaro pidió extender el confinamiento cinco más y luego nos metimos a la Jornada Nacional de Sana Distancia decretada por el gobierno federal que concluye el próximo domingo 30 de mayo, para comenzar la reactivación económica a partir del lunes 1 de junio en función de lo que establezca el Semáforo Epidemiológico nacional y la decisión de los gobiernos estatales, luego de que el gobernador quiso arrancarla el 17 de mayo pero reculó a exigencia de la Sala de Situación en Salud de la Universidad de Guadalajara.

Pero resulta que ayer la Mesa de Salud metió freno al arranque de la reactivación económica el lunes y propuso extender la Fase 0 o el confinamiento 15 días más, para terminar ampliando aquellos primeros cinco días “cruciales” a 85… más los que se acumulen.

Apenas anteayer Alfaro decía: “(…) Compartimos la idea de que vamos bien, pero corremos un enorme riesgo si nos equivocamos, que todo lo que hicimos no haya servido de nada…”.

¿Qué es “vamos bien” cuando se inició el confinamiento 10 días antes que el resto del país, con las afectaciones económicas hoy padecidas? ¿Qué es “vamos bien” cuando los primeros cinco días de encierro no sirvieron para controlar el crecimiento del contagio del virus, como lo aseguró el gobernador? ¿Qué es “vamos bien” cuando se tuvo que pedir ampliar cinco días más el confinamiento? ¿Qué es “vamos bien” cuando se tuvo que recular la reactivación económica ante la irresponsabilidad que hubiera sido aplicarla el 17 de mayo pasado? ¿Qué es “vamos bien” cuando se apresuró a la suspensión de clases en el estado?

Sobre éste último punto, el subsecretario de Educación Media Superior federal, Juan Pablo Arroyo, en el foro virtual “Los sistemas educativos nacionales ante situaciones de emergencia celebrado anteayer junto con la ministra de Educación de Argentina, Adriana Pulggrós, y el Mtro. Luis Aguilar Villanueva, compartió lo siguiente:

“El día que estábamos sentándonos en la asamblea de la coordinación nacional de autoridades educativas, esa mañana, el gobierno del Estado de Jalisco anunció que ya iba a suspender clases. Entonces, aprovechó la iniciativa de la Secretaría de Educación Pública para tomar presencia política en un hecho que iba a anunciarse sin duda, ya se estaba previendo. Nada más que él (Enrique Alfaro) tomó la decisión de hacerlo una semana antes que la Secretaría de Educación federal. ¿Eso a qué nos lleva? Que tomó una decisión sin preparar la suspensión de clases. Le dió importancia a su preminencia política y su figura política en el ámbito nacional…”.

¿Cuántas decisiones, declaraciones y acciones ha tomado, hecho y emprendido Enrique Alfaro con el pretexto de la crisis de la pandemia del Coronavirus para, como dijo el subsecretario Arroyo, darle importancia a su preminencia política en el país? ¿Y cuánto le ha costado eso a la economía de Jalisco, tanto que nuevamente endeudó al estado con 6 mil 200 millones de pesos más?

Ayer llamó “cínico” al subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell por haber decretado en semáforo rojo a Jalisco, como al resto del país excepto Zacatecas, y dijo que de los cuatro indicadores sólo uno estaba en rojo, dos en verde y uno en amarillo. Pero López-Gatell lo evidenció más tarde al explicar que el martes de la semana pasada, en una reunión con la Conago, informó a los gobernadores que con uno de los cuatro indicadores que estuviera en rojo, todo el estado estaría marcado con rojo. ¿Por qué engañar o desinformar a los jaliscienses? ¿Por qué manipular la información? ¿Todo por sacar un beneficio político?

Para hoy sábado está agendado que hará un anuncio a los jaliscienses, y todo parece indicar que con algunos ajustes por los permisos ya otorgados para reabrir muchos negocios el próximo lunes, terminará por acatar la recomendación de la Mesa de Salud de ampliar 15 días más la Fase 0, hasta el 15 de junio, si es que para entonces la emergencia por el Coronavirus no se agrava más.

Pero, ¿cuándo dejará de tomar decisiones pensando más en su futuro político y su ambición para el 2024 que en la salud y economía de los jaliscienses?

Los hechos son irrefutables, evidencian que antepone su interés político por encima del bienestar de Jalisco. ¿No será hora de corregir el rumbo ante el incremento en la muerte de jaliscienses? ¿O vale más una candidatura que una vida?