“Ni los ve ni los oye”. Así podemos resumir la actitud asumida ayer por el presidente Andrés Manuel López Obrador al reclamo del empresariado mexicano de apoyar y entrar al rescate de la planta laboral frente a los estragos que ha provocado el coronavirus y que las empresas y comercios han resentido de manera aguda.

Con su mensaje de ayer quedó confirmado que López Obrador tiene dos prioridades: 1. Mantener su base electoral y 2. El proceso electoral del 2021. ¿O cómo entender, entonces, que deje a un lado el apoyo de su gobierno al mantenimiento y generación de empleos y la reactivación económica en esta contingencia y, sin desconocer su importancia, le dé prioridad al reparto de cientos de miles de pesos a ese sector que sabe que representan votos seguros para el año próximo?

A López Obrador le preocupa mantener la mayoría legislativa en la Cámara de Diputados para el segundo trienio de su administración, y sabe que entre el empresariado, entre quienes generan los empleos, entre quienes arriesgan su propio capital, no está su clientela electoral, por ello los “oídos sordos” al S.O.S. que lanzaron a nivel nacional y en particular en Jalisco.

Y el sector productivo de Jalisco fue muy claro ayer cuando luego de escuchar el informe trimestral de AMLO, emitió un comunicado firme y contundente que refleja su decepción ante lo que escucharon desde Palacio Nacional. Entre sus principales párrafos están los siguientes:

“El presidente presentó un informe trimestral y el Programa Emergente para el Bienestar y el Empleo (…). Un programa carente de una estrategia de activación económica, con acciones no sólo insuficientes, sino lamentables y preocupantes ante las necesidades actuales del país. Lamentamos que las propuestas realizadas desde el sector productivo (…) no hayan sido tomadas en cuenta…”.

Y agrega: “Es decepcionante e inentendible que no se haya atendido esta oportunidad para adoptar medidas de contención que permitan salvaguardar la economía y evitar un daño mayor, estimado en la pérdida del 10%” del PIB “y la pérdida de millones de empleos que, sin duda, dejarán sin dinero para subsistir a las familias…”.

Advierten: “La estrategia presentada nos deja a las puertas de una crisis económica que podría prolongarse durante los próximos meses…”.

Bien dicen que la esperanza muere al último, pero: ¿Acaso creían que hoy veríamos a un López Obrador diferente al que ha gobernado el país durante los últimos 16 meses? ¿Acaso no dió señales en sus “mañaneras” de lo que hoy nos esperaba y que está muy alejado de las necesidades del país y de la planta productiva nacional?

Andrés Manuel López Obrador seguirá siendo “genio y figura, hasta la sepultura”… para desgracia del país.