Por Julio César Hernández
 
Cuando el nombre del ahora diputado federal del PRI, Héctor Padilla Gutiérrez, apareció en la lista de candidatos plurinominales por Jalisco a la Cámara de Diputados, allá por el 2005, la clase política priísta local puso cara de “¡¡¿Whaattt?!!”, porque nadie lo conocía. Hubo quienes pusieron el grito en el cielo porque se creían merecedores de estar en esa lista y no aparecieron.
 
Pero no les quedó otra que acatar, como siempre lo hicieron, aunque en privado decían lo contrario, la decisión de su entonces dirigente nacional y futuro candidato a la presidencia de la República, Roberto Madrazo Pintado.
 
Cenecista, Padilla Gutiérrez fue integrado a la lista de plurinominales por obra y gracia de quien era líder de su sector, Heladio Ramírez. Vamos, era la cuota para el sector nacional campesino del PRI. Ni más ni menos.
 
Esa cercanía, y quizás sus buenos oficios, lo llevaron a ser electo presidente de la Comisión de Agricultura de la Cámara baja. Y desde ahí ha sabido aprovechar la oportunidad que le da esa responsabilidad, no sólo sacando adelante iniciativas importantes como la de los bioenergéticos sino fijando la postura del sector agropecuario ante la apertura de fronteras por el Tratado de Libre Comercio.
 
A diferencia de cuando llegó a la Cámara, ahora sí es conocido aquí en Jalisco en donde ha repetido sus visitas en diversos foros públicos, además de que ha mantenido una cercanía con los legisladores locales. Hoy prácticamente no hay foro sobre el TLC donde no sea invitado. Nada menos ayer estuvo en la sesión del grupo “Cien por Jalisco”, al lado del senador Ramiro Hernández; del delegado de la Sagarpa, Trinidad Muñoz; y del presidente del Consejo Agropecuario, Mauro Jiménez.
 
Pero al mismo tiempo, se ha convertido en sombra y principal adversario de otro jalisciense, sólo que este despacha al frente de la secretaría de Agricultura: Alberto Cárdenas Jiménez. Hugo Padilla simplemente tiene una sola referencia para su paisano: reprobado en la materia; no tiene sensibilidad y es de reacción muy lenta.
 
Bueno, pues esta intensa actividad realizada por el otrora desconocido diputado Héctor Padilla le empieza a dejar dividendos: por un lado, ya es conocido en Jalisco; por el otro, ya se habla de que puede ser el sustituto de José Manuel Correa Ceseña en la presidencia de la Fundación Colosio capítulo Jalisco; y, finalmente, no lo descarte usted como candidato al Congreso del Estado para el 2009.
 
Eso se llama ser hábil y saber moverse en estos terrenos movedizos de la política priísta.