Una vez más la organización Article 19 volvió a darle al gobernador Enrique Alfaro Ramírez un “jalón de orejas” por su conducta reiterada de estigmatizar y agredir a los reporteros, periodistas y medios de comunicación, luego de que la Comisión Estatal de Derechos Humanos declarara días atrás que tiene registradas 24 agresiones en contra de periodistas por parte de las autoridades de Jalisco y emitiera las respectivas medidas cautelares al respecto.
El pronunciamiento de Article 19 -el pasado miércoles 10- es consecuencia de la agresión del gobernador Alfaro Ramírez en contra de la reportera Rocío López Fonseca -a quien señaló de “reventar” eventos con sus entrevistas, precisamente cuando cuestionada al secretario de Salud, Fernando Petersen, a quien el gobernador ordenó suspenderla-, pero también de las reiteradas quejas de otros periodistas por la manera en que el titular del Ejecutivo se refiere a ellos o asume conductas que no sólo pretenden degradar la figura del periodista y el ejercicio de la labor periodística sino que con ello obstaculiza la libertad de expresión.
Mientras el gobernador Alfaro disfruta de unas vacaciones decembrinas -trascendió que al parecer cruzó nada menos que el Oceáno Atlántico-, esta organización internacional de derechos humanos por la defensa de la libertad de expresión y el derecho a la información, capítulo México-Centroamérica, asienta en su pronunciamiento que “hacer preguntas sobre temas de relevancia para la ciudadanía jalisciense como lo son salud pública no pueden ser categorizadas como un acto que busque menoscabar un evento público. Asimismo, preocupa a ARTICLE 19 que esta práctica de estigmatizar a la prensa sea una constante del Gobernador de Jalisco pues debilita el debate público y restringe el flujo de información, además de que vulnera las garantías para un periodismo libre”.
Y luego se dirige al Mandatario estatal:
“La organización reitera al gobernador Enrique Alfaro que su obligación de tolerar el escrutinio público por las condiciones públicas de su cargo, esto en acorde a los estándares internacionales de libertad de expresión enmarcados por la Corte Interamericana de Derechos Humanos: aquellas personas que influyen en cuestiones de interés público se han expuesto voluntariamente a un escrutinio público más exigente y, consecuentemente, se ven expuestos a un mayor riesgo de sufrir críticas, ya que sus actividades salen del dominio de la esfera privada para insertarse en la esfera del debate público“.
Esta no es la primera ocasión que la organización Article 19 le llama la atención al gobernador Alfaro Ramírez por su conducta reiterada de maltratar, agredir y estigmatizar a los reporteros, periodistas y medios de comunicación de Jalisco, pero al Mandatario ha hecho “oídos sordos” no sólo a las observaciones de esta organización internacional sino a la misma Comisión de Derechos Humanos, y pese a que se compromete a llevar una buena relación con los reporteros y periodistas y respetar su labor, finalmente en los hechos no lo cumple.
Fue en febrero del 2019 cuando la organización Article 19 le hizo su primera llamada de atención al gobernador Alfaro y, además, hizo público su exhorto “al gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, así como a todas las autoridades del estado, a cumplir con los estándares nacionales e internacionales en materia de libertad de expresión, debiendo fomentar una pluralidad informativa e incluyente, a través de la adopción de un discurso favorable para el ejercicio periodístico, ante lo cual deben abstenerse de emitir expresiones estigmatizantes, así como descalificaciones que ponen en mayor riesgo a las y los periodistas e inhiben el debate social sobre el ejercicio del poder público”.
Y en aquel exhorto le recordó que “los servidores públicos, se encuentran expuestos a un mayor escrutinio respecto a sus actividades y manifestaciones relacionadas con su naturaleza pública, por lo que los límites de crítica hacia este tipo de personas son más amplios. Así, quienes detentan el poder público, como el gobernador de Jalisco, deben tener mayor tolerancia a expresiones que incluso resulten chocantes, precisamente por quedar sujetos al escrutinio social, y no esperar solamente discursos favorables, ya que la apuesta democrática es por una pluralidad informativa y no por expresiones unánimes que sean bien recibidas por los gobiernos”.
Y luego le subrayó: “los gobiernos tienen una obligación reforzada de contribuir a generar un clima de mayor tolerancia y respeto por las ideas ajenas, incluso cuando las mismas resulten ofensivas o mordaces”.
Pero de aquel febrero de 2019 a diciembre del 2021, la conducta del gobernador Enrique Alfaro hacia los medios de comunicación, periodistas y reporteros no se ha modificado y su conducta de agresión lo hace merecedor a un segundo “jalón de orejas” y al llamado de atención, mediante medidas cautelares, que le hizo la Comisión Estatal de Derechos Humanos.
Creo que podrán darle cuantos “jalones de orejas” quieran, podrán hacerle cientos de miles de exhortos y emitir infinidad de medidas cautelares, pero la conducta y relación de Alfaro Ramírez con los medios de comunicación, periodistas y reporteros a los que no puede someter a su sometimiento ni a sus caprichos, seguirá como hasta ahora.
Y es que es muy sabio aquello de que “lo que natura no da, Salamanca no presta”.
Y si no, al tiempo…