Una batalla que estamos por atestiguar será la que a mediados del año se registre por la dirigencia nacional del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), y cuyos protagonistas serán la actual dirigencia que encabeza Alfonso Zepeda y la asociación civil “Maestros por México”, que preside el ex dirigente del SNTE, Tomás Vázquez Vigil, adherida a la Cuarta Transformación e identificada como elbista, sin ignorar la participación -con menor fuerza nacional-, de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE).

Y aquí en Jalisco el gobernador Enrique Alfaro Ramírez tendrá que atender a las dos principales fuerzas del magisterio en su proyecto de reforma educativa, que se advierte es vista con cautela por Maestros por México, bajo la coordinación de Jachielle Lamas Vázquez, en tanto que no obstante estuvieron ausentes durante el acto en el que la presentó, los dirigentes de las Secciones 16 y 47, Elpidio Yáñez Rubio y Arnoldo Rubio Cárdenas, respectivamente, no serían obstáculo alguno para su implementación.

Hoy estará en Jalisco el dirigente nacional del magisterio, Alfonso Zepeda, quien encabezará un evento con maestros en hacienda La Providencia con el propósito de mostrar “músculo”, y se reuniría, acompañado de Yáñez y Rubio, con el gobernador Alfaro Ramírez.

En Jalisco se estima que existen 90 mil maestros integrados en las dos Secciones, que sumados los jubilados llegarían a 130 mil, de los cuáles 10 mil ya forman parte de la asociación Maestros por México que cuenta actualmente con 60 capítulos -que incluyen maestros y personal de apoyo- y cuyo objetivo es contabilizar 125, uno por cada municipio.

Precisamente ayer el coordinador estatal de Maestros por México, Lamas Vázquez, en rueda de prensa advirtió que los gobernadores deben de mantenerse ajenos al proceso de elección del magisterio, pues “es un asunto de los trabajadores de la educación”; y respecto a la iniciativa de Alfaro, dijo que “los maestros queremos ser evaluados, no lastimados”, y argumentó que “la evaluación -a la que el gobernador advirtió serán sometidos los maestros en Jalisco-, no es un examen sino que debe ser un contexto de rescatar y mejorar lo que está mal y no para quitarle el trabajo a un maestro.

“No a una evaluación que castigue”, sentenció Lamas Vázquez, y agregó que si esa fuera el propósito de la reforma alfarista, “su proyecto no va a prosperar”.

Por último, se estima que el magisterio en Jalisco le aportó 300 mil sufragios al presidente Andrés Manuel López Obrador, en las elecciones de julio pasado, lo que tanto para los actuales integrantes del SNTE como para los de Maestros por México, es una muestra de la fuerza política del magisterio.