El pasado 19 de noviembre, en el marco de la Segunda Reunión Regional de Conferencias de Secretarios de Seguridad de Seguridad Pública, del Sistema Penitenciario y de Seguridad Pública Municipal, Zona Occidente, realizada en Palacio de Gobierno, Enrique Alfaro Ramírez le suplicó al secretario federal de Seguridad, Alfonso Durazo Montaño:
“Nosotros queremos pedirle, secretario, de la manera más respetuosa y con el ánimo de sumar, no de reclamar, de establecer la necesidad de que los planes y planteamientos que hemos puesto sobre la mesa se necesitan reforzar desde el ámbito federal, no podemos solos, presupuestalmente, ni los estados ni los municipios”.
Un mes después, se confirma que Alfonso Durazo no escuchó aquella súplica y hoy Alfaro Ramírez se lamenta y se queja de que su petición fue ignorada. Dijo ayer:
“Ustedes escucharon el compromiso del secretario Durazo de que la Policía Metropolitana, al tener una aportación estatal muy importante para la homologación salarial, de más de 300 millones de pesos, se iba a comprometer el gobierno federal de hacer una aportación similar para poder tener más equipamiento, particularmente para la policía metropolitana y no viene ningún peso”.
Le recriminó al gobierno lópezobradorista: ” No es posible que un estado que se considera prioritario en materia de seguridad como se ha expresado, tenga menos presupuesto federal que el año anterior, si de por sí ya se habían recortado de forma brutal los recursos del 2018 al 2019 y ahora en 2019 vamos otra vez”.
Por lo tanto, advirtió: “Voy a ir al Consejo de Seguridad (hoy miércoles), voy a levantar la voz, voy a decir lo que pienso, lo va hacer además un gobernador que creo que he dejado mi manifiesto de coordinarme con la federación”.
¿Logrará el gobernador Alfaro obtener los recursos que reclama para la seguridad pública, alzando la voz, cuando en tono conciliador – “nosotros queremos pedirle, secretario, de la manera más respetuosa y con el ánimo de sumar, no de reclamar…”- lo solicitó y no fue escuchado? ¿Le gustará al gobierno federal -y al mismo presidente López Obrador-, que un gobernador le “levante la voz” para que le otorgue más dinero para combatir la inseguridad? ¿Coincidirá el gobierno federal que es la falta de recursos públicos lo que tiene colocado a Jalisco como uno de los estados más inseguros del país o tendrá otros datos al respecto?
Hasta el momento, un año después de haber llegado al gobierno, a Enrique Alfaro no le ha dado buenos resultados alzarle la voz al gobierno morenista, recurrir a un discurso de enfrentamiento y mucho menos reclamarle reciprocidad con recursos econímicos sólo por que ha manifestado su disposición a coordinarse con la federación.
Por supuesto que debe reclamarle al gobierno de López Obrador lo que considera que por justicia le pertenece a Jalisco, pero ¿es conveniente ir a “levantarle la voz”? ¿No le resultará contraproducente como hasta ahora ha sido? ¿Creerá que Andrés Manuel se asustará porque un gobernador le alce la voz? ¿Cree que con ese tono de voz López Obrador cederá a sus peticiones?
Hay que esperar para confirmar que la advertencia que ayer hizo aquí en Jalisco el Mandatario estatal la cumplirá en la Ciudad de México en la mesa del Consejo de Seguridad; pero lo más importante: confirmar si esa actitud le dará buenos resultados o “le saldrá el tiro por la culata”.
Al tiempo.