Como informaron los Medios de Comunicación, Eduardo Rosales Castellanos, el dirigente estatal del PAN, criticó la forma con las que fueron creadas por el Gobernador Emilio González las Coordinaciones de Innovación y Desarrollo y la de Políticas Públicas, que encabezan Taylor y Ulloa respectivamente.
Ambas Coordinaciones Generales fueron puestas en marcha a través de un Decreto expedido por el Poder Ejecutivo, y según Eduardo Rosales éstas debieron haber pasado por una necesaria reforma a la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo en el Congreso del Estado.
Aparte de la discusión constitucional y legal que puede surgir de la creación de dichas Coordinaciones, en el fondo la reacción del presidente estatal del PAN obedece a que éste esperaba poner en jaque al Gobernador Emilio González a la hora de procesar esas reformas legales en el Congreso, donde Rosales Castellanos y sus aliados controlan a la diputación panista, y presionar para obtener posiciones dentro del Gobierno del Estado a cambio de la aprobación de las reformas.
Esta es la segunda jugada de presión que hace Eduardo Rosales contra Emilio González para tratar de ganar espacios en el nuevo gobierno. La primera consistió en ordenarles a todos los mandos medios de las dependencias del Ejecutivo que no renuncien a sus cargos para no dejarle esos espacios al grupo del Gobernador o para obligarlo a negociar.
Ante esta jugada el nuevo Gobierno reaccionó dándoles un ultimátum a quienes se niegan a renunciar para que dejen su trabajo este mes, bajo amenaza de ser investigados y perseguidos por las posibles irregularidades administrativas en las que pudieran haber incurrido.
A esta movida del Gobernador Emilio González, el dirigente estatal del PAN esperaba que llegara al Congreso la iniciativa que reformaría la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo para crear las nuevas Coordinaciones Generales del Gobierno del Estado, pensando que ahí doblaría por fin al Gobernador.
Pero, enterado de la emboscada que le prepara Eduardo Rosales, el Gobernador optó por crearlas vía Decreto.
Por eso fue el dirigente del partido del Gobernador, y no la oposición, el que abrió el debate y la presión sobre la forma en la que fueron creadas las Coordinaciones de la discordia.
