Gráfica tomada de El Universal

 
 
 
 
 
Las estrategias electorales únicamente se pueden medir y calificar a partir de los resultados, por el número de votos que consiguen.
La mejor estrategia electoral en una elección es la que gana las elecciones, es decir, la que gana más votos entre los contendientes.
A juzgar por este criterio y por los resultados de las encuestas que se han publicado hasta este momento, la estrategias desplegadas por el PAN en la elección presidencial y en la de Gobernador de Jalisco han sido un fracaso.
Tanto Josefina Vázquez Mota como Fernando Guzmán Pérez Peláez parecen haber sufrido ya los efectos de sus insuficientes desempeños en sus respectivas campañas y debates, pasando del segundo al tercer lugar en las tendencias electorales, rebasados ya por los candidatos de la izquierda.
Según la última encuesta del periódico El Universal, levantada después del debate entre los candidatos a gobernador, “La muestra, elaborada con entrevistas efectivas entre mil ciudadanos con credencial residentes en Jalisco, indicó que el aspirante de la coalición PRI-PVEMJorge Aristóteles Sandoval Díaz, obtendría 48.1% de la votación, contra 26% de Enrique Alfaro Ramírez del MCy 17.8% del panista Fernando Guzmán Pérez Peláez (3.2% menos que en la medición anterior)“.
De consolidarse esta tendencia en los próximos días, el PAN estaría por enfrentar una catástrofe electoral el primero de julio.
El PAN parece ser incapaz de entender los sentimientos del electorado en este proceso electoral, por lo que sus estrategias no sólo no los hacen avanzar, sino que los hace retroceder.
Uno de los más graves errores de los panistas fue dedicarse las primeras semanas de la campaña a atacar únicamente a los candidatos a Presidente de la República y a Gobernador de Jalisco, sin darse cuenta que con estas tácticas sus candidatos no crecían, pero sí contribuían al crecimiento de los candidatos de la izquierda en ambas elecciones.
Pasar al tercer lugar en las preferencias electorales podría tener un efecto catastrófico en la moral de los simpatizantes panistas, y podría generar una tendencia que le hiciera pasar al PAN, en las elecciones de julio, la peor de sus vergüenzas electorales.
Ahora, los candidatos del PAN tendrán que enfocar sus baterías no sólo en contra de los candidatos priistas, sino que tendrán que dividir sus ataques entre los punteros y quienes les están ahora arrebatando el segundo lugar en las preferencias de los electores. Y eso hace más difícil el camino del panismo a un triunfo electoral.