Tersa salió finalmente la elección del nuevo dirigente del PRI en Tonalá, cuando se pronosticaba un movimiento “telúrico”, por muy baja que hubiese sido su intensidad, al estar como aspirantes el diputado Antonio Mateos Nuño y el ex legislador Vicente Vargas López.
Sin embargo, de último momento Vargas López se hizo a un lado y la victoria de Mateos Nuño fue contundente sobre el otro aspirante, Luis Medrano, con un resultado de 217 votos por 33, respectivamente.
Si bien el delegado Juan José Bañuelos Guardado hizo un buen trabajo, se comenta que quien también realizó un trabajo fino de operación política fue el senador Ramiro Hernández García, quien habría convencido a Vicente Vargas de no participar.
Vicente Vargas es el jefe real del Grupo Tonalá, y su retiro a tiempo fue lo que le dio a Mateos Nuño ese amplio margen de votación.
Y si es como nos lo contaron, resulta significativa la intervención del senador Ramiro Hernández para calmar las aguas internas en un municipio que muchos priístas apuestan que ganarán sin mayores problemas en el 2009.
Con ello nos confirma lo planteado anteriormente en este espacio, en el sentido de que si la dirigencia no dejó que el proceso interno en Tonalá se descompusiera, por el panorama halagador que se observa para el año próximo, menos van a permitir que suceda en un municipio del nivel de Zapopan, donde también apuestan que se recuperarán electoralmente.
Antonio Mateos es –o fue hasta el sábado- aspirante a la presidencia municipal de Tonalá.
Sin embargo, su arribo a la dirigencia del comité municipal lo coloca en otro escenario, pues la “línea” es que todos aquellos que ocupen un cargo de dirigencia no busquen desde ahí la candidatura para una alcaldía o la gubernatura.
Si habiendo logrado la dirigencia municipal, Antonio Mateos busca más adelante la candidatura a la alcaldía, siendo además diputado local, habrá que preguntarnos si el PRI no tiene en Tonalá más militantes destacados que puedan ganar la alcaldía que no se llamen “Antonio” ni se apellide “Mateos”.