¿Será posible que en Lagos de Moreno 6 mil 662 ciudadanos vivan en calles que no tienen nombre y que únicamente se les identifique como “domicilio conocido”?
¿Y es creíble que lo mismo suceda en Aranda, donde en una situación similar viven 5 mil 307 ciudadanos?
¿Será cierto que tan sólo en el distrito electoral número dos el total ascienda a 20 mil 320 casos?
¿Y que en todo Jalisco este problema se repita en 117 mil 464 casos en total?
Para el PRI esto es muy sospechoso y considera que muchos de estos casos son “fantasmas” que, de alguna manera, estarían beneficiando a sus principales adversarios políticos: los del Partido Acción Nacional.
Y es que en ocho distritos -todos del resto del estado- se concentra el mayor número de estos casos, en tanto que en la zona metropolitana -once distritos- apenas si ascienden a un mil 262, que son poco más los que se detectan en el municipio de Jilotlán de los Dolores, que tiene un mil 228 casos.
Por eso, mientras son “peras o son manzanas”, Beatriz Paredes Rangel instruyó al representante del PRI ante el IFE, Sebastián Lerdo de Tejada, a tomar “cartas en el asunto”.
Esta parece ser la nueva cruzada priísta con miras a los comicios del 2009, donde Paredes Rangel está dispuesta a “echar toda la carne al asador”, pues tiene dos apuestas a concretar para entonces: una, lograr la mayoría legislativa -en las cámaras de Diputados y de Senadores- para su partido y, dos, ser la coordinadora de la fracción mayoritaria, concretamente en la Cámara Baja.
Beatriz Paredes no está resignada a ser la “Emilio Gamboa” de la próxima Legislatura. No. Ella aspira a ser quien encabece al grupo mayoritario, como lo fue en la primera mitad del gobierno de Vicente Fox, cuando inclusive fue quien respondió el primer informe de gobierno del Mandatario panista.
Por eso, al ser enterada aquí de estas cifras que le desglosaron el 13 cuartillas, le pidió a Lerdo de Tejada que se pusiera en contacto con los hombres de Javier Guízar Macías para trabajar de inmediato en este asunto que, de confirmarse, denunciarán en la siguiente sesión del Consejo General del IFE, ya sea el 16 ó 25 de este mes.
Parece ser que los priístas, en principio aquí en Jalisco, detectaron no pocas irregularidades o inconsistencias en el Padrón Electoral que tendrán que demostrar, y de ser así, entonces en serios problemas podría estar la Junta Local del IFE y, particularmente, el Registro Federal de Electores, que durante ya muchos años ha encabezado Rogelio Castillo.
Este pudiera ser un nuevo frente político que se abra en Jalisco y que, de confirmarse, generaría un nuevo escándalo en medio de los muchos que han convertido a la entidad en noticia -por cierto no buena- nacional e internacional.